cada uno de nosotros nos ha tocado vivir el confinamiento de una forma diferente. Unos hemos sido considerados esenciales por el trabajo que desempeñamos, otros no tanto. En la asociación para la que trabajo y junto al equipo al que pertenezco, lo hemos tenido claro, la hostelería nos necesitaba más que nunca, nuestros asociados necesitaban de nosotros. El acompañamiento ha sido diario, constante, cercano, conscientes de que eran momentos muy duros para todos ellos, desde estas palabras os mando a todos un mensaje de ánimo.

Nosotros en Anapeh acompañamos al socio en el día a día de sus necesidades. Hemos estado presentes en todo el papeleo de nuestros autónomos, para ayudarles con sus negocios y sus trabajadores: ERTE, prestaciones de desempleo de autónomos, préstamos ICO, aplazamientos de impuestos, todo aquello que han necesitado. Y con uñas y dientes defendemos ante la Administración el apoyo a un sector que se enfrenta a una situación dramática, aunque éste sea un trabajo más invisible. De esta manera, hemos presentado al Gobierno de Navarra una serie de medidas que consideramos mínimas para sobrevivir.

Si algo nos va a traer esta crisis sanitaria, es un distanciamiento social, que no permitirá que disfrutemos de nuestros bares y restaurantes como siempre lo hemos hecho. Pero lo tenemos claro, volveremos hacerlo, tardaremos, pero volveremos a disfrutar de los abrazos, de los brindis, de comidas familiares y con los amigos, porque no puede ser de otra forma, porque lo necesitamos, porque somos así. Desde estas palabras todo el apoyo y el cariño a todos aquellos que han sufrido y están sufriendo esta pandemia, por haber perdido a un ser querido, por haber sufrido la enfermedad, recuperarse no va a ser fácil, superarlo tampoco. No hay otra forma de salir de ésta, que con el apoyo y el empuje de todos. Ahora que hemos conocido lo triste que son nuestras calles vacías y con todas sus persianas cerradas, estaremos de acuerdo en la importancia de consumir local, de apoyar nuestro comercio, nuestra hostelería, de disfrutar de nuestra gastronomía y de nuestros productos, es momento de hacer piña.

La hostelería se enfrenta al peor momento de su vida, una reapertura de sus negocios limitada, condicionada, pero a esa esperanza nos agarramos. No nos olvidemos, de ella dependen muchos puestos de trabajo, más de 30.000 entre autónomos y trabajadores, y la economía de muchas familias. Por no hablar de todos los puestos de trabajo indirectos que también dependen de ella, hemos escuchado mucho estos días la dificultad que está teniendo la temporada del espárrago de Navarra, el ganado ovino, el cordero de Navarra, proveedores de bebidas, alimentación, la Cooperativa de Hostelería€ Yo misma sé lo que se sufre con un negocio hostelero cerrado y un autónomo preocupado por lo que nos viene. Ya vamos para dos meses de cierre, poco más podemos aguantar. Somos conscientes que la actividad va a ser mínima pero la necesitamos, para poder por lo menos cubrir los gastos que soportamos, no conseguiremos más, de momento, pero por lo menos podremos hacer frente a ellos, suministros, hipotecas, alquileres... ¿Para qué sino esos préstamos ICO que nos hemos visto abocados a pedir? Se habla de protocolos, de medidas, de condiciones, a exigir para la apertura. Con responsabilidad asumiremos todas por supuesto, porque debemos velar por la seguridad de nuestros clientes, de nuestros trabajadores, de nosotros mismos. Solo esperamos que no nos supongan un desembolso económico que no podamos asumir.

¿Quién de nosotros es capaz de afirmar que hay un mayor riesgo en un local de hostelería que en un supermercado, en un gimnasio o en un comercio textil? Con todo el cariño hacia todas estas actividades que son tan esenciales como lo somos nosotros. De nada sirve un distintivo que garantice la seguridad de nuestros locales si nosotros, los clientes, no nos comportamos con la responsabilidad que la situación requiere. Todos tenemos miedo, cada uno de nosotros lo afrontamos de forma diferente, está claro. Unos decidiremos ir a consumir a la hostelería nada más se dé su apertura, otros tardaremos más, pero a todos y cada uno de vosotros, os estaremos esperando, con la profesionalidad y la responsabilidad que nos caracteriza. Tenemos que recuperar el tiempo perdido y la vida que compartíamos, nuestras vacaciones, nuestro futuro. Desgraciadamente esto ha venido para quedarse y tendremos que aprender a vivir con ello. Mientras tanto, como hostelera y como parte de un equipo de una asociación, a todos vosotros hosteleros, deciros, las asociaciones somos el instrumento para defender nuestros intereses, somos la voz, el interlocutor válido ante la Administración. Ahora más que nunca, es importante pertenecer a una asociación, es importante la unión, es importante defender lo nuestro. Mucho ánimo.

La autora es secretaria general de Anapeh (Asociación Navarra de Pequeña Empresa de Hostelería)