l pasado 14 de marzo fue declarado el estado de alarma ante la propagación del coronavirus (covid-19), como instrumento constitucionalmente contemplado para establecer de forma extraordinaria un nuevo compendio normativo ante una situación tan especial como inédita. La pandemia declarada por la Organización Mundial de la Salud ha cambiado por completo nuestra cotidianidad; nuestra forma de trabajar; nuestra forma de relacionarnos en sociedad. A su vez, la necesidad de adaptarse de forma diaria a una realidad que ha ido variando, y especialmente la incertidumbre ante un futuro inmediato diferente al pasado más reciente, nos genera a todas y todos una evidente preocupación.

Desde el pasado 14 de marzo cada persona de forma individual, las empresas como organización de trabajo, las administraciones públicas y en conjunto la propia sociedad, han tenido que modificar sus planes y patrones de comportamiento para adecuarse a la compleja y difícil situación que nos está tocando vivir. Si hablamos de administraciones públicas debemos aludir de forma especial al papel de los ayuntamientos, y permítanme que me centre en el Ayuntamiento de Altsasu, al ser quien firma el presente escrito la persona que ostenta en última instancia la representación del mismo. Así, y al igual que el conjunto de ayuntamientos, el de Alsasua ha tenido que actuar día a día haciendo frente a una situación inédita sin aparcar en ningún momento la preparación de expedientes y proyectos para poder ser implementados con posterioridad.

En lo que se refiere a la gestión de la crisis generada por la covid-19, ya el día 12 de marzo la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento adoptó, en sesión urgente y extraordinaria, el cierre de todas las instalaciones cuyo titular es el propio Ayuntamiento. Este cierre, el cual será revertido en virtud del contenido de la normativa que se dicte por parte de las autoridades sanitarias competentes, ha afectado al desarrollo de múltiples servicios. Así, el cierre de las instalaciones deportivas y la ausencia de un horizonte temporal para su apertura trajo consigo la necesidad económica de aprobar un Expediente de Regulación Temporal de Empleo en la Sociedad Atabo Altsasu, SL, completando dicha sociedad pública las retribuciones del conjunto de trabajadores y trabajadoras. A su vez, el cierre del Centro Cultural Iortia ha traído consigo la necesidad de revisar la programación total del presente año y deberá generar un rico debate en el seno de la Comisión Sociocultural sobre el formato de nuestros eventos culturales durante los próximos meses. Un debate del que debemos hacer partícipes también al conjunto de asociaciones y colectivos culturales de nuestro municipio.

Así ha ocurrido también con el Servicio de Juventud o con la propia Escuela Infantil municipal. Todo ello sin olvidar la Oficina de Atención Ciudadana y los servicios municipales de Hacienda y Urbanismo, en los que la actual situación ha traído consigo la implementación de mecanismos de teletrabajo, hasta ahora nunca aplicados en esta administración.

Durante estos dos últimos meses los servicios esenciales del Ayuntamiento han desempeñado un papel muy importante en todo lo relativo a la gestión de esta crisis. Ahí adquieren una importancia especial el Servicio de Obras y Limpieza Viaria del Ayuntamiento, el Servicio de Igualdad y la Policía Municipal en materia de seguridad ciudadana. Especial mención también en el ámbito de los servicios esenciales merecen Secretaría e Intervención, dos pilares indispensables en el funcionamiento de un Ayuntamiento que durante esta etapa han demostrado nuevamente su profesionalidad.

Durante estos dos últimos meses he subrayado en diferentes momentos la importancia de la coordinación interadministrativa para hacer frente a la actual situación, y resulta indispensable seguir haciéndolo. Los ayuntamientos no deben actuar ante una crisis de este tipo de forma aislada, sino que lo deben hacer de forma coordinada entre sí -siendo fundamental el papel de la Federación Navarra de Municipios y Concejos en dicha empresa, así como en el asesoramiento continuo, especialmente ante la continua producción normativa que estamos teniendo durante este periodo- de acuerdo a los criterios marcados por el Gobierno de Navarra. Es a través de esa coordinación como el Ayuntamiento de Altsasu habilitó de forma extraordinaria la apertura del albergue para personas sin hogar los siete días de la semana las veinticuatro horas del día, o aprobó un nuevo sistema de gestión de tributos de exacción municipal y un nuevo calendario fiscal, incorporando medidas de flexibilización en el pago de tributos hasta ahora no aplicadas, como la posibilidad de solicitar de forma justificada el aplazamiento del pago hasta el 31 de diciembre sin interés ni recargo alguno.

Junto a lo anterior, y actuando de acuerdo al principio de coordinación que he señalado, el Ayuntamiento reanudó el mercado semanal en lo que se refiere a los productos de alimentación, adoptando importantes medidas de seguridad por parte de Policía Municipal -en coordinación con otros cuerpos policiales presentes en Alsasua-, y recientemente ha aprobado la concesión de una ampliación extraordinaria del espacio destinado a terraza de los establecimientos hosteleros.

En el ámbito del desarrollo económico, el Consistorio de Altsasu ha puesto en marcha una campaña de apoyo a nuestro comercio y nuestra hostelería, bajo el lema Oso gertu, muy cerca, que queremos se vea acompañada de otras medidas que serán debidamente abordadas con los agentes representativos de dicho sector en el seno de la Comisión de Desarrollo Económico, Comercio, Turismo y Empleo del Ayuntamiento, así como en la Mesa del Comercio. Todo ello siguiendo las propuestas que la propia Federación Navarra de Municipios y Concejos ha presentado al Gobierno de Navarra en el marco de la elaboración del nuevo Plan de reactivación económica y social de Navarra.

Si hablamos de desarrollo económico, es indispensable que los ayuntamientos colaboremos en ello a través de la figura de la contratación pública para la ejecución de contratos de obras, suministros o servicios. La ejecución de estos contratos trae consigo la generación de múltiples puestos de trabajo tanto de forma directa como indirecta, y para ello el Gobierno de España debe comprometerse y aprobar la tan demandada flexibilización del destino del remanente de tesorería de los ayuntamientos para que éstos puedan destinarlo en la ejecución de los contratos señalados, siempre -claro está- desde el cumplimiento del principio del rigor presupuestario. Así, durante estos dos últimos meses, junto a la gestión de la propia crisis sanitaria y sus consecuencias más inmediatas, el Ayuntamiento de Altsasu, a través de sus servicios técnicos, ha estado trabajando en la preparación de expedientes de contratación que, por un lado beneficiarán al conjunto de la población, y por otro lado ayudarán en la ardua tarea de reconstrucción económica que ahora debemos afrontar.

El autor es alcalde de Altsasu/Alsasua (Geroa Bai)