stamos cerca del 25 de marzo, fecha importante en el calendario de la Unión Europea. Ese mismo día, en 1957, se firmaron los Tratados de Roma por los que se creaba la Comunidad Económica Europea (CEE) y la Comunidad Europea de la Energía Atómica (CEEA). Un hito muy importante en la historia europea.

El objetivo de la CEE era la creación de una Unión Aduanera y crear un Mercado Común para la libre circulación de personas, servicios, capitales y mercancías. En el caso de la CEEA, el objetivo era favorecer el desarrollo de la industria nuclear en los estados miembros y así poder garantizar el aprovisionamiento. Desde entonces, el Viejo Continente ha cambiado mucho, aunque algunos elementos esenciales se conservan casi intactos.

Los Tratados de Roma, cuyo sexagésimo aniversario se celebró en 2017, fue uno de los hitos sustantivos en la buena dirección de Europa. Para EAJ-PNV, la idea de una Europa unida concebida previamente para evitar otra guerra entre europeos tomaba cuerpo con un decisivo paso que requirió un fuerte liderazgo y proporcionó estabilidad, desarrollo y bienestar.

Hubo que superar muchos dogmas para poner en marcha una gestión mancomunada de recursos económicos estratégicos y para proponer la misma idea del mercado común. El formidable éxito de esta iniciativa en términos de paz, estabilidad, prosperidad, democracia, justicia y solidaridad convirtió en europeístas a muchos/as ciudadanos/as.

Lamentablemente, ni el liderazgo, ni los principios, ni la convicción de los padres del proyecto europeo están hoy muy presentes en la Unión. EAJ-PNV ha visto siempre en Europa una vía para resolver el encaje de nuestro territorio como sujeto político en el concierto de las naciones. Mucho antes de los Tratados de la CECA o de Roma, en 1916, en un periodo de eclosión de los Estados Nación, ya reivindicamos un espacio para nuestro país en Europa.

Desde la década de los 30 apostamos por el federalismo como vía para lograrlo. En este contexto, en 1933 se organizó el segundo Aberri Eguna bajo el lema Euzkadi, Europa. Tras la Segunda Guerra Mundial, en 1947, como fundadores de los Nuevos Equipos Internacionales, y un año después, en el Congreso de La Haya, propusimos y apoyamos que sólo la transformación radical de los conceptos de soberanía y Estado nos aseguraba la paz, el bienestar y una posibilidad real de que la Nación Vasca participase en la construcción europea en pie de igualdad con el resto de naciones del continente. Ahora que estamos muy cerca de organizar un nuevo Aberri Eguna, viene bien recordar el lema que dedicamos en 1933, firme compromiso de EAJ-PNV con el proyecto europeísta.

En todo este tiempo, nuestro continente y el resto del mundo también han ido cambiando. Nos encontramos ante un cambio global debido a la covid-19 que se une a fenómenos como las crisis financieras, la desigualdad que da lugar a movimientos de población inmensos, sin apenas referencias en la historia de la humanidad. Se derrumban paradigmas tradicionales alrededor del crecimiento económico y nos enfrentamos a retos inexcusables como el cambio climático y la necesaria transición ecológica. Frente a los retos que nos marca la pandemia, se tercia vital la necesidad de una mayor integración política europea. Sólo un proyecto europeo verdaderamente federal tiene alguna oportunidad de ofrecer respuestas coherentes, realizables y eficaces, de cambiar el signo de los tiempos y de poner en el centro principal de sus políticas a las personas: su bienestar, su libertad, su futuro.

Por eso hemos reivindicado siempre una Europa unida y fuerte. Una UE unida y remando en la misma dirección puede ayudar a reparar los daños económicos y sociales causados por la pandemia del coronavirus.

Las instituciones comunitarias son conscientes del reto. Por eso la Comisión Europea, el Parlamento Europeo y los dirigentes de la UE han acordado un plan de recuperación que liderará el camino hacia la salida de la crisis y sentará las bases para una Europa moderna y más sostenible.

El presupuesto a largo plazo de la UE, junto con los fondos Next Generation EU, instrumento temporal concebido para impulsar la recuperación, será el mayor paquete de estímulo jamás financiado a través del presupuesto de la UE. Un total de 1,8 billones de euros ayudará a reconstruir la Europa posterior a la covid-19, que será más ecológica, digital y resiliente.

Seguramente estamos ante el reto más importante de la UE desde aquellos primeros tratados fundacionales. Toda Europa y sus regiones se juegan el futuro en cuestión de años. Navarra por suerte está bien posicionada de partida, ahora tenemos que saber aprovechar nuestro potencial para captar fondos y consolidar las industrias y áreas de especialización a futuro.

Nuestra comunidad cuenta con el Plan Reactivar Navarra-Nafarroa Suspertu 2020-2023 para hacer frente a la crisis de la covid-19. Este plan se alinea con la Estrategia de Especialización Inteligente S3, la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030, el Pacto Verde Europeo (EU Green Deal), así como el Plan de Recuperación para Europa Next Generation EU.

64 años después de los Tratados de Roma, Navarra y la UE necesitan modernizarse y hacer frente al tránsito hacia este nuevo modelo: transformar la economía hacia una digitalización justa, acelerar la transición ecológica, vertebrar el territorio y profundizar en nuestro marco de convivencia. Todo ello desde el liderazgo en el impulso de la colaboración público-privada entre Administraciones, Agentes Empresariales, Agentes del Conocimiento y Agentes Sociales, y con una clara dimensión exterior.

Profundizar bien en esta estrategia, modernizarla, mejorarla, nos mantendrá en el territorio de la innovación política, liderazgo y humanismo que nos demanda la sociedad navarra, así como la europea en general.

Que este paquete de estímulos salga bien puede llegar a compararse con la base del éxito de los padres fundadores para esa Europa unida, estable y en paz que hoy necesita, más que nunca, el proyecto europeo.

Fundadores/as que estarían orgullosos/as del inmenso trabajo que nuestra eurodiputada en Bruselas, Izaskun Bilbao Barandica, desarrolla semanalmente en defensa de los intereses no sólo de la ciudadanía de Navarra y la CAV, sino de toda Europa en general, con la misma firmeza y convicción europeísta que hacían nuestros antepasados en aquel Aberri Eguna de 1933.

El autor es Burukide del Napar Buru Batzar de EAJ-PNV y miembro de la Comisión de Exteriores del EBB

EAJ-PNV ha visto siempre en Europa una vía para resolver el encaje de nuestro territorio como sujeto político en el concierto de las naciones

Una UE unida y remando en la misma dirección puede ayudar a reparar los daños económicos y sociales causados por la pandemia del coronavirus