Imaginemos que voy por la calle Descalzos, en Iruña, y me encuentro con la persona que en verano de 2023 sea alcaldesa de Iruña (¡Maya, Asiron, Esporrín o… quién sé yo!).
-Aupa, zer moduz? ¿Tú eres la nueva alcaldesa?
-Bai.
-Zorionak. Encantado. Oye, que como acabas de entrar y aprovechando que soy vecino del Casco Viejo te quería comentar algunas reflexiones sobre el tráfico.
-Cojonudo. Me encanta hablar con los vecinos.
-Mira, que desde que el Ayuntamiento peatonalizó hace años todo el Casco Viejo no hay manera de encontrar aparcamiento para las vecinas y mucha gente conocida mía, sobre todo jóvenes, se están marchando y yo ando también pensando en buscar algo fuera.
-Pero eso hace ya varios años y ¿qué quieres que yo le haga?
-Pues no sé, pero sin ir más lejos, en esta calle Descalzos hace treinta años se aparcaba un mes en un lado y otro en el contrario, y ahora ni derechas ni izquierdas…
-Ya, pero ahora se va más tranquilo por la calle y ya sabes que lo peatonal está de moda.
-Sí. Pero, ¿tú crees que si en esta calle pudiéramos aparcar las vecinas en un lado se jodería mucho la tranquilidad de la calle?
-Pues no se me había ocurrido.
-Mira, si dejas un metro desde la fachada y luego una fila de aparcamientos, aún queda espacio para el paso de otro coche, bicis y peatones, sin molestar. Además, serán pocos coches porque solo se permitiría a vecinos y carga y descarga. Ya me dirás a quién se perjudica por la noche.
-Por la noche no. Pero durante el día, entre el paso de gente de otros barrios y turistas al ascensor, ¡ya me dirás!
-¡Hombre! Turistas y gente siempre ha habido. ¿Tú conoces el libro coordinado por Mario Gaviria El espacio de la fiesta y la subversión? Es un estudio sociológico sobre el Casco Viejo en 1978, en el que se constata que es posible compaginar vecindad, fiesta y subversión, en aquel entonces contra el franquismo. En ese tiempo el Casco Viejo era un espacio vecinal, comercial y de fiesta vivo y se aparcaba en todas las calles. Los fines de semana había gente poteando en todo el Casco Viejo. Incluso se usaban los coches para barricadas…
Luego se empezó con la idea de la peatonalización, empezando por calles comerciales, y se ha terminado por dejar el Casco Viejo vacío de gente y coches por las noches y lleno a medias con el comercio por el día y los bares el fin de semana. Y las vecinas tienen que aparcar en Aranzadi, corralillos o donde pueden.
-Pues, ¿qué me quieres proponer?
-Que retoméis la idea del Plan Municipal de 1983, que proponía restringir el tráfico y aparcamiento en el Casco Viejo a los vecinos haciéndolo compatible con un uso amable y compartido con la vida vecinal permitiendo el tráfico peatonal y el aparcamiento de los vehículos de los vecinos. Basta con dejar circular a los vecinos y dejar aparcar en un lado de la calle cada mes y para carga y descarga como antaño. Será poco tráfico y tal vez muchas vecinas se queden en el barrio y se vaya evitando la expulsión poblacional. Yo te aseguro que no me molestan los coches de las vecinas.
-Sí. Pero igual los que vienen a disfrutar del Casco Viejo no lo ven tan atractivo.
-Puede ser, pero igual hay que elegir entre un Casco Viejo integral para vecinas y disfrute o un Casco Viejo vacío solo para disfrute…
-Sabes que te digo, que ya me has dado algo en qué pensar. ¿Si hacemos una mesa de reflexión para el aparcamiento en el Casco Viejo, vendrás?
-Tú organízala y sabrás la respuesta mía y del resto de vecinas.
El autor es arquitecto