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La carta del día

Habitabilidad y discapacidad

Habitabilidad y discapacidadPatxi Cascante

El Decreto de Habitabilidad de las viviendas es la normativa que recoge e impone unas condiciones que deben cumplir todas las viviendas que se construyen en Navarra para que sean aceptablemente habitables y les aseguro que se cumple a rajatabla como debe ser pues es muy vigilada en todos los proyectos.

Si alguien quiere construir y rehabilitar una vivienda debe solicitar licencia de obra, y ello conlleva que el proyecto pase un análisis detallado por parte de técnicos funcionarios especialistas de sus contenidos de todo tipo que conllevan a un informe positivo de habitabilidad. Estos técnicos, con gran experiencia y capacidad, emiten su informe de forma tal que si no se cumple el decreto deniegan la licencia y no puede acometerse la obra solicitada. Queda así claro que es el filtro oportuno que asegura el buen cumplimiento de la normativa, y me alegra que así sea especialmente por el tema de accesibilidad.

Escrito esto quiero dejar constancia de varias intervenciones del colectivo de la discapacidad en el devenir de esa norma y las aportaciones que aceptó y puso en vigor el Gobierno de Navarra en el momento de su tramitación. Sería enero de 2006 cuando quedaron incorporadas al decreto obligaciones tales como que los accesos desde el exterior serían libres de barreras arquitectónicas, las puertas de toda la vivienda 80 cm. y que los aseos se diseñarían de tal manera que se pudiera inscribir un cilindro de 120 cm. de diámetro sin interferir con los distintos aparatos sanitarios que se coloquen en ellos. Tres detalles, como ven, sencillos y de muy bajo coste.

Se trataba de conseguir en todas, repito, en todas las viviendas de Navarra, que si dentro de una familia llegaba una persona minusválida por enfermedad, accidente o cualquier otra causa, con unas pequeñas obras y sin un coste excesivo podrían adaptarse a las nuevas necesidades sin necesidad de abordar obras costosas de albañilería, suelos, instalaciones, etcétera como sucedía hasta entonces. Quedaba así plasmado un concepto que a mí me entusiasma y es el de las viviendas fácilmente perfectibles, esto es, aquellas que con obras de pequeño coste tales como cambiar las puertas del aseo o retirar el bidé y colocar ayudas técnicas apropiadas para cada caso puedan acoger las necesidades más elementales de cualquier persona que llegue a situación física de discapacidad.

Y el punto más importante es el de los accesos, el principal. Tal vez alguien haya pasado por alto el cambio producido en los portales de los edificios de viviendas. Desde esas fechas, 2006, ya no aparecen edificios nuevos con escaleras en los portales entre la calle y el ascensor. Eso ha pasado a la historia. En todos se accede cómodamente desde la calle, y este hecho que ahora nos parece tan sencillo y elemental, costó muchas reuniones, justificaciones y argumentaciones para que los políticos aceptaran nuestras reivindicaciones contra las malditas barreras arquitectónicas.

Eran reivindicaciones de los colectivos de minusválidos que los políticos de entonces recogían con receptividad y eran responsables para su puesta en práctica real. No había solo palabras, sino personas sensibles a las necesidades más sangrantes y sutiles de la ciudadanía.

Hemos podido ver que el Gobierno de Navarra aborda ahora la actualización de aquel decreto de habitabilidad. Bienvenido sea y conserven esas tres condiciones y alguna otra más que hemos aportado, A ver si no se repite más algo parecido a lo sucedido con la nueva Ley de ELA que sigue avergonzando al más pintado por el desinterés y abandono imperdonable del Gobierno central y de toda la clase política. Cada día que pasa sin implementar las medidas planteadas por esa ley se hace mayor el vacío, vergüenza e inutilidad de nuestros gobernantes. Podría haberme callado, pero no puedo.