Entrevista de hace unos días en este medio a la vicepresidenta segunda y consejera de Euskera. Pregunta: ¿Por qué es importante que el euskera sea oficial en Europa?

Respuesta de la consejera Ollo: “Como reconocimiento y prestigio de una lengua propia. Las lenguas son un valor de convivencia y de cohesión territorial y social. Que en Europa se reconozca es apostar también por esa diversidad lingüística. Es importante reconocerla porque es un valor de Europa”.

Reconocimiento y prestigio de una lengua propia. Fue parte de su respuesta. Y la comparto. No sólo eso, sino que me entusiasma la idea de poder oír euskera en las instituciones europeas. Me hace sentir como un niño con zapatos nuevos.

Reconocimiento y prestigio.

No he podido evitar recordar la obra de Joan Mari Torrealdai el Libro negro del euskera. Editada en 1998, y lo digo por dos cuestiones: por el tiempo transcurrido; y porque su visión desde la actualidad puede llevarnos a lecturas e interpretaciones diferentes.

Doscientas veinte páginas en las que, como él mismo explica, “los textos que hemos transcrito en las páginas de este libro son de origen, características y finalidad muy diferente. Hay textos jurídico-legales, hay textos de gobernantes, de políticos, de parlamentarios, de funcionarios estatales; hay textos de gentes de letras, de hombres de la prensa. Hay textos que directamente prohíben o restringen la existencia o desarrollo del euskera, hay textos que exaltan el español en contraposición al euskera, hay textos que descalifican el euskera como lengua y como vehículo de cultura, hay textos de mofa, de burla, de befa, de desprecio, de odio”.

¿Reconocimiento y prestigio?

Continua Torrealdai:

“Me da mucho que pensar la tendencia que se va abriendo camino entre algunos intelectuales del país, y que dice más o menos así: dejémonos de zarandajas, si el euskera está como está es culpa de los mismos vascos, y de nadie más. Se debe a la desidia de los vascos.

Ya hemos topado con la palabra clave, la desidia… pero es un hecho que necesita, al menos, explicación. La desidia, antes de ser causa, ha sido una consecuencia que tienen sus causas.

¿Quién puede extrañarse que tras siglos de machacar al euskera y a su comunidad lingüística desde la escuela hasta la tumba, desde el Estado, los periódicos, la intelectualidad, la Iglesia, tras haberse insistido en su inutilidad y torpeza, tras tanta represión, persecución, vejación y burla, ¿quién se extrañará –repito– de que el vascoparlante abandone (“libremente”) su lengua, la odie, no la transmita a sus hijos?

Es el autoodio lingüístico, fenómeno bien conocido en sociolingüística”.

La desidia como causa. Me suena mucho. Dejémoslo en desidia institucional.

Y es que la señora Ollo ponía, en esa entrevista, dos ejemplos palmarios. Decía, señalando algunos de los logros de la legislatura del cambio: “Poder resolver el expediente de ETB para quien quisiera pudiese ver ETB de forma legal. Y también el expediente de Euskalerria Irratia, tras 17 años de procesos judiciales que mostraron las peores políticas sectarias”.

Quien quisiera pudiese ver ETB… ¿les suena eso a los paladines de la voluntariedad y la no imposición? Ver ETB en 2016, cuando había empezado a emitir en 1982, 1992, 2002, 2012… ¡34 años después!

Y todos conocemos el papel fundamental que los medios, y más los audiovisuales, juegan en el reconocimiento y prestigio de cualquier lengua; más en una lengua minorizada como el euskera.

Algunos lo saben tan bien que se empeñaron en poner, constantemente, piedras en el camino, de meter palos en la rueda.

Y lo de la zonificación… ¿Eso va de la libertad de elección, voluntariedad y no imposición?

Yo, desde mi ingenuidad, pensaba que esas eran singularidades de las personas, componentes de la idiosincrasia del ser humano, pero a lo que se ve, en Navarra, que asombrará al mundo, se han cosificado y vienen determinadas por lugares.

En fin… una zonificación, y quiero recordarlo también, que permanece como nació por el maximalismo de HB en 1995. El todo blanco o negro… ¿lo recuerdan?

Una zonificación a la que Europa ve como el mayor obstáculo del euskera en Navarra, de acuerdo al informe emitido por los expertos en torno al cumplimiento de la Carta Europea de las Lenguas Minorizadas, que visitaron nuestra comunidad el año pasado. Una Carta que firmó un gobierno socialista en 1992, y que ratificó un gobierno del Partido Popular en 2001.

Ni la entendemos –la zonificación–, ni la compartimos.

Por Geroa Bai, mañana mismo preparábamos una Proposición de Ley que cambiase la Ley Foral del Euskera, aboliendo la zonificación. Pero no hay mayoría parlamentaria.

Afortunadamente, no existe esa zonificación en el ámbito educativo, y en toda la comunidad se puede estudiar en euskera. Algo que valora muy positivamente la ciudadanía tal y como ha quedado de manifiesto en el trabajo Fomentos del euskera en Navarra a partir de elementos discursivos con resonancia social, de Vilches y Erize: el 63% de la población navarra es favorable o muy favorable a la promoción del euskera.

Reconocimiento y prestigio. Eso es lo que nos daría que el euskera fuese aceptado en Europa.

Y eso es lo que pide Geroa Bai. Aquí y ahora. Junio de 2025. En Iruña.

Porque entendemos que, en este debate, debemos ser partícipes, principalmente, las instituciones en las que el euskera forma parte de nuestra realidad social, de nuestro paisaje lingüístico y de nuestro acervo cultural.

Y debemos hacer llegar nuestra postura a quien le corresponde la decisión.

Aquí y ahora. Sin extrapolar el debate ni trasladarlo a otros lugares y protagonistas. Ni Sánchez, ni Puigdemont. Y la pregunta es muy clara: ¿queremos que el euskera sea lengua oficial en Europa?

En Geroa Bai, sí. Un sí rotundo, un sí que supone la aceptación de una pluralidad lingüísticamente más amplia de la que existe en estos momentos y que no haría sino reflejar con mayor certeza la realidad social de los estados que componen la Unión.

Cuestión que se ponía también en valor hace un mes cuando la consejera Ollo recibió a representantes de la Red Europea para la Promoción de la Diversidad Lingüística. Su nombre lo dice todo, ¿no?

Valoró la consejera los espacios de colaboración “como foros en los que intercambiar buenas prácticas y experiencias en política lingüística, y tejer alianzas en la defensa de nuestras lenguas propias para que tengan su lugar en la agenda de la política pública europea”.

En la agenda de la política pública europea. Alto y claro, ¿no?

Hagamos llegar nuestra voz a los 27 responsables de la toma de decisión. Sin ruidos ni interferencias ajenas, tal y como ocurrió hace unos días con las del Partido Popular.

Porque el euskera, como el catalán y el galego, suponen integración y cohesión social.

M’agradaria molt que s’arribés a un acord a Europa a favor de les llengües minimitzades de l’estat. I afegiria unes paraules en gallec, però no el parlo.

Por su reconocimiento y prestigio.

El autor es parlamentario de Geroa Bai