En noviembre de 2022, tras una visita rutinaria a mi médica de cabecera, escuché por primera vez en mi vida el acrónimo “PSA”, y que posteriormente supe que era el “Antígeno Prostático Específico”, una proteína producida por la próstata que se puede medir en la sangre y que sirve, entre otras cosas, para detectar el cáncer de próstata.
También supe que la PSA Normal es de 10 ng/mL., la probabilidad de cáncer de próstata es superior al 50% y si la PSA es de 15, ya se considera un nivel muy elevado y sugiere una alta probabilidad de cáncer de próstata.
El resultado de mi análisis fue bastante concluyente tenía una PSA de 15, algo que en mi posterior visita al urólogo se confirmó y así empezaron todas las pruebas para determinar, poco antes de Navidad, que padecía cáncer de próstata metastásico en estadio IV, eso significaba que el cáncer se había diseminado desde la próstata a otras partes del cuerpo. Es la forma más avanzada de la enfermedad y, aunque no suele ser curable, sí es tratable para controlar la enfermedad y mejorar la calidad de vida del paciente.
Llevo dos largos años de tratamiento, aún me queda otro más para empezar una fase de vigilancia y control sin medicación y a esperar que la PSA se mantenga en sus límites y no tengamos que volver a empezar.
Llevados a este punto y con tiempo para pensar o como se decía antes “darle vueltas a la cabeza”, empezaron a rondar preguntas por ella, ¿Por qué no sabía yo esto?, ¿Por qué nadie me dijo que una simple prueba de sangre me hubiese ayudado a detectar el cáncer antes?, ¿Por qué apenas encuentro información sobre el día al día de esta enfermedad a nivel de calle?
A mí me resultaba absurdo pensar que un cáncer que para este año 2025, unos 32.188 hombres serán diagnosticados de él, es decir ochenta y nueve hombres al día están sabiendo que tienen cáncer de próstata. Que es el cáncer con una mayor tasa de curación (una supervivencia neta estandarizada del 90%), además es el cáncer que mayor prevalencia tiene. Y que, si a eso le añadimos que la detección del cáncer de próstata es de las menos agresivas e invasivas, un simple análisis de sangre nos puede poner en la pista, como ya he podido experimentar yo. Que fuese uno de los cánceres que, a más personas del sexo masculino esté matando hoy en España, siendo uno de los tres cánceres más mortales de nuestro país.
Este contrasentido para mí solo tiene una explicación: “ignorancia” y hay viene mi primera respuesta a mi pregunta de ¿por qué no sabía yo esto? También he observado que el enfermo de cáncer de próstata se lo calla, así lo he estado haciendo yo durante más de dos años. Eso impide que se pueda difundir incluso en el entorno más cercano de cada uno de nosotros, ¿pero por qué?
El cáncer de próstata, al estar relacionado con la función sexual y la zona genital, genera una cierta vergüenza mal entendida y eso conlleva a una reticencia a hablar sobre los síntomas o a buscar ayuda médica.
Además está la falta de conciencia sobre la importancia de la detección temprana y la falta de cribado que en otros tipos de cánceres si se realizan, ya he dicho anteriormente que con un simple análisis de sangre nos puede poner en la pista. Y aquí surge una pregunta que yo no puedo contestar pero que la lanzo a los responsables sanitarios: ¿Por qué no se hace la prueba de PSA a todos los varones? ¿Por qué no se incluye por sistema en cualquier reconocimiento médico o análisis de sangre? ¿Por qué no hay campañas informativas y masivas sobre este cáncer, como sí las hay en otros, por ejemplo, el de colon, el de mama o el de pulmón?
Otro detalle, cuando una persona sufre un cáncer, le suele poner apellido, “cáncer de pulmón, de estómago, de mama, de colon, etc., pero cuando se trata del de próstata, decimos simplemente un tumor, casi nunca se nombra la procedencia.
Todo ello conlleva que la vergüenza, el pudor y sobre todo la ignorancia nos estén matando.
Si eres varón y si no lo eres y tienes uno en tu vida, hijo, marido, padre, etc., hazte o que se haga un análisis para saber por dónde anda la PSA. Y si tienes precedentes familiares, en gran medida es hereditario, con más razón para hacerlo.
A los profesionales de Atención Primaria, incluid la PSA en vuestros análisis, podréis salvar vidas.
A los responsables políticos, especialmente de los departamentos de Sanidad, haced campañas informativas y poned como obligatorio el cribado de esta enfermedad. Un análisis de PSA salva vidas.
Y a vosotros enfermos que habéis superado al cáncer, o estáis peleando con él, contadlo, vosotros ya no sois ignorantes, contar vuestra experiencia, superar el pudor y esa vergüenza, hablar, quien sabe a lo mejor le salváis la vida a alguien. Yo seguiré opinando, informando y preguntando.