El diario francés Libération definió a España como el país que lleva dos años sin presupuesto. Lo hizo en un artículo en el que analiza la situación económica y política del país en el que se dice que, pese a ello, funciona con normalidad mientras se registra una tasa de crecimiento del 2,4%, muy por encima de la media de la eurozona. En este sentido, Libération destaca que si el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, prorroga las cuentas del ejercicio anterior de un año para otro es porque lidera un ejecutivo minoritario, muy frágil. Con todo, el rotativo francés destaca que, paradójicamente, Pedro Sánchez no parece demasiado alarmado por esto y está sorteando las rigideces presupuestarias e insiste en que su principal ventaja es que se beneficia de una economía que da envidia a sus socios europeos.

Un Gobierno tiene que aprobar su principal ley, que son los presupuestos generales del Estado, y si el presidente del Gobierno no puede aprobar su principal ley, tiene como obligación constitucional someterse a una cuestión de confianza. Y si esa cuestión de confianza la pierde, el señor Sánchez no tendrá ya ninguna excusa para anticipar las elecciones generales.

La realidad es que la economía española va como un tiro. Lo ha corroborado la agencia de calificación Standard and Poor´s (S&P) que ha mejorado, por primera vez en seis años, la posición financiera de España y ha elevado su rating a A+. Esta agencia de calificación, que establece el rating o calificación de deuda que mide la capacidad de una economía para hacer frente a su deuda y por lo tanto el riego que conlleva invertir en ella, ha percibido cómo la economía española ha rebajado su deuda y potenciado el empleo durante los últimos años. Además de fortalecer la economía de manera notable, las condiciones en las que se encuentran han mejorado la resistencia general del país a las crisis económicas, ofreciendo una menor vulnerabilidad. La agencia estadounidense señala que la inmigración, reformas estructurales y la gran actividad inversora han impulsado la demanda interna, por lo que se prevé que el PIB crezca al 2,6%. Conforme a los datos, España crecería económicamente tres veces más que la Eurozona.

Es una buena noticia para todos –también para los que repiten un día sí y otro también lo de que España se rompe–. Lejos de la visión catastrofista de algunos sobre la reforma laboral de 2022 –que decían que destruiría decenas de miles de puestos de trabajo–, España se ha consolidado como el país que sigue liderando el crecimiento en Europa. Después de la dura pandemia del covid, los fondos europeos y la reactivación del turismo han provocado un efecto positivo, con un fuerte crecimiento económico. El A+ significa un notable alto para la economía española. En el informe se destaca la perspectiva estable y ponen en valor el fuerte crecimiento, el impacto de la inmigración, así como la protección por las consecuencias derivadas de los aranceles de Estados Unidos. El informe destaca una mayor resistencia del territorio español a perturbaciones externas: el hecho de que la española sea una economía de servicios y que su exposición comercial a Estados Unidos sea limitada, la protege de las consecuencias inmediatas de los aranceles estadounidenses sobre los bienes, ya que las exportaciones de bienes a EEUU representan menos del 5% del total. Los cálculos apuntan a que el golpe de un arancel del 10% de EEUU sería del 1,25% para el conjunto de la Eurozona, de casi el 1% para Alemania… pero de menos del 0,1% para España. Además, las exportaciones españolas a EEUU están más orientadas a servicios, mientras que las de la eurozona se centran en bienes.

La agencia de calificación S&P también ha mejorado su valoración de la solvencia económica de Navarra al actualizar la que había realizado en marzo de este mismo año, y así la Comunidad Foral pasa al nivel AA, a solo dos escalones de la mayor calificación contemplada por la agencia. Esta mejora para Navarra llega tras el incremento de la valoración que la agencia ha realizado de la economía nacional, situada ahora en el nivel A+, y hace que, de nuevo, la diferencia entre Navarra y el Estado soberano se sitúe en dos escalones, el máximo, permitido por S&P. “Ahora mismo estamos a dos escalones del máximo que se puede estar, que es la triple A, la matrícula de honor”, dijo el consejero de Economía y Hacienda José Luis Arasti.

En su informe, S&P motiva su diferencia con el Estado al estimar que las características crediticias de Navarra la harían más resiliente que el conjunto del país en un escenario de estrés. Se destacan los beneficios de una alta autonomía fiscal, la relación bilateral entre Navarra y el Estado, representada por el Convenio Económico, cuya reciente actualización refuerza la autonomía fiscal y el positivo desempeño presupuestario que la Comunidad Foral viene demostrando. Seis presupuestos consecutivos aprobados, los últimos con superávit, y la deuda más baja sobre el PIB de todo el Estado, un 10,4% del PIB, lejos del de los niveles inasumibles de hace una década. La comunidad ha ejecutado ya casi el 60% de los fondos europeos asignados y ha puesto en marcha un plan de inversiones de 125 millones para los próximos tres años.

El autor es economista