Con el cierre del año, muchas empresas y grandes entidades hacen balance y celebran resultados. Sin embargo, para muchas asociaciones pequeñas, pero muy activas, el final de año no siempre es un momento de tranquilidad, sino de preocupación e incertidumbre.

Desde Fénix Asociación, una entidad que trabaja desde el año 2021 en Navarra apoyando a personas migrantes, refugiadas y colectivos vulnerables, vivimos cada cierre de ejercicio con la misma pregunta: ¿podremos seguir sosteniendo todo lo que hacemos?

En 2024 hemos acompañado a 2.560 personas, desarrollado 34 actividades, incrementado en un 62,38% la ayuda a través del programa de alimentos y aumentado en más de un 177% la atención directa. Estos datos reflejan una realidad clara: somos una entidad pequeña en presupuesto, pero grande en actividad, compromiso e impacto social.

Este año contamos con una enmienda que agradecemos, pero que no resulta suficiente para consolidar todo el trabajo que realizamos. Además, el hecho de recibir apoyo por esta vía nos ha limitado la posibilidad de acceder a otras convocatorias públicas, como las del INAI, lo que reduce aún más la capacidad de acción de asociaciones como la nuestra.

A esta situación se suma otro problema estructural: muchas subvenciones han salido muy tarde, con plazos de ejecución muy ajustados y, en algunos casos, con recortes. Esto obliga a concentrar gran parte del trabajo en el último trimestre del año, generando una presión constante sobre equipos ya de por sí limitados. Así es muy difícil planificar, crecer y cuidar a las personas que sostienen el tejido asociativo.

Por ello, hacemos un llamamiento al Gobierno de Navarra para que las convocatorias se publiquen en los primeros meses del año, se resuelvan con mayor agilidad y permitan trabajar con estabilidad. Apostar por el tercer sector no es un gasto, es una inversión social.

También queremos dirigirnos al tejido empresarial navarro. Este año contamos con el Mecenazgo Social, que permite a las empresas que colaboran con entidades como Fénix deducir el importe donado como gasto y, además, aplicar una deducción del 20% en el Impuesto de Sociedades. Pero más allá del beneficio fiscal, apoyar a asociaciones locales es apostar por una Navarra más justa, cohesionada y humana.

El tejido asociativo no puede seguir creciendo ni respondiendo a las necesidades sociales si cada final de año se vive desde la urgencia. Necesitamos apoyo, previsión y corresponsabilidad para seguir haciendo lo que sabemos hacer: acompañar, cuidar y construir comunidad.

En representación de la junta directiva de Fénix Asociación