Osasuna Femenino se deshace en casa

La reacción fue inmediata. Tras un remate de Mait que se estrelló en el larguero, la colegiada señaló el punto de penalti por una mano de una defensora. Ana Urzainqui fue quien transformó la pena máxima, mandando el balón a la derecha y la portera a la izquierda. Tan sólo diez minutos después, Riu recortó ante su par y sacó un zurdazo que saldría repelido por el larguero. Daba la sensación de que solo había sido un mal comienzo y la remontada estaba al caer.

Sin embargo, la falta de intensidad en las disputas, las imprecisiones en salida y la buena presión del AEM hicieron que las locales desaparecieran del césped. Las visitantes consiguieron situarse en campo rival y estuvieron a punto de irse por delante al descanso con un cabezazo de Verónica, que se marchó rozando el travesaño,

El paso por los vestuarios no hizo más que acentuar esta diferencia. Las catalanas cogían la espalda de Porto y de Eunate con demasiada facilidad. De una banda y de otra, ponían balones que se paseaban por el área mientras Osasuna intentaba achicar agua. Y en una jugada clavada a la del primer tanto, Evelyn Acosta anotó el segundo. La delantera recibió de espaldas, abrió para Cintia Hormigo, que volvía a coger la espalda de Porto, y la puso rasa al segundo palo para que Acosta anotara el gol de la victoria y su doblete. Esta vez, tras el gol no hubo reacción.

El AEM continuó protagonizando todas las jugadas de ataque ante un Osasuna desorientado y perdido por el campo. En el primer acercamiento de las locales, Lucía Alba salió a despejar el balón de puños, llevándose por delante a Andrea Palacios, que tuvo que abandonar el campo en camilla.

Josu Domínguez trató de revertir la situación con los cambios metiendo a Irati Igoa, Adri Parada y Nahia Azpiazu. Con los cambios, comenzaron a tener algún acercamiento y a apresurarse para buscar el empate, pero seguían sin ideas en el último tercio, sin ganar los balones divididos y llenas de imprecisiones en salida de balón.

Parada consiguió dar algo de ritmo a la delantera rojilla y protagonizó las pocas llegadas de Osasuna, pero con ninguna consiguió inquietar la meta de Lucía Alba. La ocasión más clara fue a balón parado, con un remate de Igoa que se marcho desviado por poco. Las visitantes no sufrieron demasiado en los últimos minutos y eran capaces de generar peligro con contraataques. Con este resultado, Osasuna desaprovechó la oportunidad de meterse de nuevo en el playoff de ascenso y cierra el año con las peores sensaciones posibles: perdiendo en casa, contra el equipo que llegaba como colista y dando una imagen pésima.