pamplona. Cuando llegó parecía que no iba a estar mucho tiempo, que lo suyo podía ser un reinado de corto recorrido como se estilaba entonces por San Mamés. Hubo algunos que desde el primer momento le pusieron la etiqueta de defensivo y que dudaban de su capacidad de adaptación a un club tan especial como el Athletic, pero Joaquín Caparrós ha sido capaz en estas cuatro temporadas en Bilbao de transformar a un equipo que hasta su llegada luchaba por la salvación y que ahora se codea con lo más selecto de la Liga.

Al acabar el partido contra el Real Madrid se vio a un Joaquín Caparrós más enfado de la habitual, hacía tiempo que no se le veía así. ¿Tanto cree que influyó el árbitro en el resultado final?

No, el Real Madrid fue muy superior a nosotros. Lo que sucede es que cada vez queda menos y fue una sensación de rabia al ver que fueron superiores, al margen de lo que reflejara el marcador. El Real Madrid fue un equipo físico, muy fuerte, que supo jugar bien.

Hasta le dieron ganas de sacar una lista con los errores arbitrales como hizo algún tiempo Mourinho.

Bueno, pasados unos días todo se ve con otra perspectiva. Ahora ya estamos desconectados de ese partido y centrados en el de Osasuna, que será muy, muy, muy complicado. Estamos llegando al final del campeonato, los puntos son importantes y llega un partido de rivalidad en el que cada uno va a ir a buscar sus objetivos.

¿Habrá que estar preparados de aquí al final de temporada para escuchar los lamentos y quejas de jugadores, técnicos y directivos por los errores arbitrales?

Sí, pero como siempre. Todos queremos llegar a los objetivos y hay mucho en juego. Entra dentro de la normalidad dada la igualdad que existe, descontando a Barcelona y Real Madrid.

¿Cree que en el Athletic tienen motivos esta temporada para estar molestos con el arbitraje?

No es cuestión de eso. No hay que hablar de los árbitros, hay que centrarnos en lo nuestro, analizar los errores que pudimos cometer y afrontar el siguiente con concentración.

¿Piensa, como comentó su presidente García Macua, que a Fernando Llorente le pitarían más penaltis si por ejemplo vistiera la camiseta blanca del Real Madrid?

No vamos a entrar en ese tipo de situaciones, lo que sí parece claro es que en las repeticiones del partido se ve que le dieron en un par de ocasiones, pero entiendo que en directo sea difícil de apreciar.

¿No resulta complicado aspirar a una competición más igualada si cada vez que un equipo tiene a un jugador de valor se lo quitan?

Sí, pero es el mercado. El año pasado sucedió con Villa, en este se habla de Agüero, de Fernando, porque los grandes tienen el potencial de llegar a todo. Está montado así porque los clubes lo quieren así, porque la Liga de Fútbol Profesional lo quiere y los clubes tienen que subsistir.

Pero si la diferencia entre los dos grandes es ahora de casi treinta puntos, en unos años será de cincuenta.

Ya, pero todo depende de los ingresos de televisión y si los clubes no lo negocian donde deben... No vale quejarse, hay que quejarse donde hay que hacerlo y mientras tanto el resto trataremos de arañar puntos a los grandes, pero es una realidad que solo en situaciones muy excepcionales se puede lograr.

Después de los resultados que lleva esta temporada, ¿le siguen acusando de ser un entrenador amarrategui?

A los entrenadores nos ponen un montón de etiquetas y hay que aceptarlo. Sinceramente no me preocupan, lo que sí me preocupa es lograr los objetivos marcados. Lo demás es secundario.

Después de cuatro años en Bilbao, ¿es usted de los que piensan que los ciclos no hay que alargarlos más de ese tiempo?

No, un ciclo puede durar seis o siete años o estar agotado en cuatro meses. Está claro que puede agotarse, pero depende de circunstancias, de que haya buen ambiente, de un proyecto nuevo, de la ilusión, pero no creo que por llegar a la cuarta temporada haya que darlo por acabado.

Pero no me diga que no ha oído que su nombre suena para el banquillo del Atlético de Madrid o incluso del Sevilla, el club de su casa. Sería curioso.

No sé, no sé. Ahora estoy muy centrado en lo que nos resta de campeonato, solo pienso en el Athletic y lo demás es cosa de fútbol.

Con el tiempo que lleva ya podrá hacerse una idea de si los bilbaínos son tan fanfarrones como se piensa fuera de Vizczya.

(Se ríe). También a los sevillanos nos dicen lo mismo en Andalucía. Me he encontrado a gente muy sana, muy comprometido con sus cosas.

¿Cómo reaccionó al conocer que en el equipo que alineó en la Romareda el pasado 2 de marzo no había, por primera vez en los 113 años de historia del club, ningún jugador vizcaíno en el once titular?

La verdad es que me enteré tres días después, pero ese tipo de cuestiones no las tomo en cuenta a la hora de hacer un equipo. No miro de dónde son, solo si están disponibles o no.

Pero sabe que el asunto provocó más de un comentario...

No lo sé, pero son jugadores de la plantilla, como sucede en las categorías inferiores, donde hay vizcaínos, pero también navarros.

¿Cree que puede ser indicativo de que la cantera de Lezama no produce lo que debería?

Funciona muy bien. Son chicos formados en nuestra cantera, unos que vienen desde abajo y otros que llegan en la categoría cadete, hechos y formados en Lezama. Pasa lo mismo que con Messi, que llegó muy joven a la Masía, pero que todo el mundo dice que es un jugador de la cantera del Barcelona. En el Athletic pasa lo mismo.

De cara al partido del domingo se dan todos los condicionantes para ver un apasionante derbi, con dos equipos en plena pelea por sus respectivos intereses.

Va a ser estupendo, seguro. Siempre los partidos entre Osasuna y Athletic están cargados de rivalidad. Será intenso, abierto, ante un equipo que en casa está jugando bien, pese a la derrota del otro día, en el que trataremos de buscar un buen resultado.

¿Vio ese partido?

Sí.

¿Pudo ver algo que le sirva para trata de ganar a Osasuna este domingo?

Aunque nosotros tomemos nota de lo que sucedió, no hay dos partidos iguales. Son jugadores distintos. Osasuna tiene unas características y nosotros otras, pero luego son los jugadores los que toman las decisiones sobre el campo y los que ganan los partidos.

En el banquillo rival hay un técnico que conoce muy bien el Athletic, ¿qué sabe de Mendilibar?

Tengo muy buena relación con él. Me parece que es un técnico muy bueno, con mucha proyección, con el que he mantenido varias conversaciones cuando estaba en el Valladolid. Es un entrenador de vocación, al que le deseo mucha suerte con Osasuna.

A estas alturas del camino un punto puede ser bueno.

Sí, pero no podemos salir a empatar. Hay que salir a por el máximo, luego el partido te dirá lo que puedes sacar. No conozco a ningún profesional que a priori se conforme con un resultado menor.

¿Piensa que ante los cuatro partidos que Real Madrid y Barcelona tienen a la vista en el próximo mes los aficionados al fútbol existe el riesgo de acabar saturados de tanto clásico?

Creo que vamos a disfrutar, pero de forma indirecta también va a afectar al resto porque como la mayoría de las páginas van a ir dedicadas a esos partidos vamos a poder disfrutar de mayor tranquilidad para lo que nos resta hasta el final del campeonato.