OSASUNA es la cuarta mejor cantera de la Liga. Al menos en categoría alevín. Así lo certificaron los chavales entrenados por Alberto Avia y Pablo Domingo en un escenario de lujo: el estadio Ramón de Carranza.
El Complejo Deportivo Puerto Elcano de Cádiz acogió el pasado fin de semana el torneo Blue BBVA, que anteriormente se disputaba en Brunete. A la cita acudieron todos los equipos que han competido esta temporada en Primera División.
Los alevines de segundo año de Osasuna volvieron a Pamplona con un meritorio cuarto puesto. A pesar de que los rojillos acumularon varios lesionados en la competición, el Mallorca solo pudo apearles de la final en la tanda de penaltis. "El resultado es un premio fantástico, pero muy merecido. Competimos con auténticos equipazos que incluso fichan jugadores para esta competición, y Osasuna acude solo con canteranos propios", afirma Pablo Domingo, uno de los entrenadores del equipo que acudió a la capital gaditana.
Su compañero, Alberto Avia, confirma esta versión: "A esta competición solo pueden acudir los jugadores con ficha que han jugado a lo largo de toda la temporada". Pero en Osasuna saben que no todos cumplen la normativa. "Pusimos quejas a la organización porque la mayoría de los equipos se saltó la regla, pero no nos hicieron caso", revela Avia.
De todos modos, ambos reniegan de este tipo de prácticas y coinciden en que su conjunto no utilizará estas artimañas, porque les gusta tener un comportamiento legal, y así seguirá siendo en el futuro.
"Osasuna es un club que no cae en el error de dar demasiada importancia a los resultados en estas categorías", asegura Avia. "El primer objetivo en alevín es que los jugadores se diviertan, que se olviden de los padres, de las televisiones, e incluso muchas veces de nosotros, y disfruten. Estos años son los más bonitos del fútbol en la etapa formativa. Después, las cosas se ponen más serias", continúa Domingo.
No obstante, la buena actuación registrada por los osasunistas, que dejaron en el camino a equipos de la talla del Real Madrid, el Villarreal o el Barcelona, no ha pasado desapercibida en un torneo televisado y seguido por gran cantidad de espectadores. "Los aficionados más pequeños del Carranza pedían autógrafos a nuestros chavales", recuerda un todavía sorprendido Alberto Avia.
Sin embargo, el míster asegura que ha sido a su regreso a Navarra cuando han comprobado la verdadera repercusión de su actuación en tierras gaditanas: "Nos han llamado de muchos medios de comunicación y la gente nos da la enhorabuena continuamente".
Eso sí, los jugadores, que rondan los once años, no acusaron ese impacto mediático durante el torneo. "A nuestros críos no les causó ningún cambio en su rendimiento todo este revuelo generado alrededor del campeonato de Cádiz. Compitieron tranquilos, pero con esa intensidad y garra que caracteriza al club", asegura Alberto Avia.
El equipo llevaba mucho tiempo con la mente puesta en esta prestigiosa cita, y una fase fundamental de su preparación fue trasladar la importancia de disputar un trofeo de estas características, pero a la vez evitar que los niños despegaran los pies del suelo o se vieran superados por la presión.
En este sentido, Pablo Domingo sentencia que la humildad es la base del trabajo en la cantera rojilla y eso es lo que siempre han querido trasladar a sus pupilos. Por eso, Domingo y Avia no dudan en señalar que la mejor recompensa que han traído de Cádiz es el trofeo a la deportividad y las felicitaciones de los árbitros por la limpieza en el juego de los navarros. Todo un orgullo para ellos que dice mucho de cómo se está trabajando en Tajonar.