PAMPLONA. Los partidos entre Osasuna y Zaragoza siempre son de mucha tensión y así lo reflejaron las medidas de seguridad desplegadas, pero ayer, más allá de los insultos, no hubo ningún tipo de incidentes graves que lamentar.
Osasuna volvió a casa con un punto y sin tener que lamentar ningún tipo de incidente, ni ellos, ni los pocos (alrededor de una veintena) aficionados rojillos que se desplazaron hasta Zaragoza. La afición maña increpó a los jugadores de Osasuna pero las mayores pitadas acabaron siendo para el dueño del club, Agapito, a quién la afición le reprocha haberles dejado en una situación límite.
Casualmente, cuando más gritos se oyeron insultando a Osasuna fue cuando Postiga anotó el primer gol del partido en el minuto 85. En ese momento, la grada, en vez de disfrutar de su tanto, increpó a Osasuna de manera mayoritaria. Fue el único momento del encuentro en el que el resto de aficionados siguieron los insultos a los ultras, durante el resto del encuentro respetaron mayoritariamente a los rojos.
Agapito, el más pitado Pero si alguien fue increpado en el día de ayer por encima de todos fue el dueño del Zaragoza. Cada encuentro en La Romareda, la afición local pita y abuchea al dueño del equipo para recriminarle su actuación como gestor. En los minutos 32 de las dos partes La Romareda entera se volcó para abuchear al dueño del club que les ha llevado a una situación complicada en lo deportivo (Osasuna le saca, por ejemplo, 20 puntos) y muy complicada en lo institucional. Agapito se abrió esta semana cuenta en Twitter (alguna pancarta en su contra hizo alusión a eso) donde anunció que vendería sus acciones.
Sergio no le da importancia Si ya Osasuna es poco querido en la ciudad aragonesa, la afición maña no perdona a Sergio la celebración del gol del año pasado después de que pasase varias temporadas siendo pieza fundamental en la zaga del Zaragoza aunque luego su salida fue muy polémica por cómo le trató el conjunto. Por eso, cuando tocaba la pelota, la grada local le dedicaba una pitada, pero el central rojillo no le dio ningún tipo de importancia cuando acabó el encuentro.
Una pancarta de recibimiento Cuando los jugadores rojillos se dirigían a Zaragoza se encontraron un sorprendente recibimiento ya que a 15 kilómetros de la entrada de la capital aragonesa, en un puente que cruza la autopista se encontraron una pancarta con el lema : "Osasuna mierda". Más tarde, cuando llegaron al estadio de La Romareda una decena de ultras recibieron al equipo y, cuando los jugadores se bajaron, insultaron a los jugadores rojillos, algo que tampoco pasó más allá.