PAMPLONA. Oier Sanjurjo creció en Osasuna y su amor por los colores rojillos es incuestionable, pero esta temporada ha conocido las mieles del triunfo con el Celta y es ahí donde ha crecido como futbolista profesional. El 30 de junio acaba oficialmente su cesión de Osasuna al Celta y regresa a la disciplina rojilla para quedarse. Está citado para iniciar la pretemporada con el primer equipo navarro el 10 de julio. Sin embargo, el Celta ya le ha comunicado que quiere contar con él y que en breve va a realizar una oferta en firme por él. El defensa navarro tampoco descarta una nueva cesión. Lo que quiere es jugar y no frenar la proyección que tuvo con el Celta. Por eso, la reunión que van a tener mañana o el martes Oier y el director deportivo de Osasuna, Martín González, se prevé clave para determinar si Oier jugará la próxima temporada en Osasuna o en el Celta. Mientras espera esta decisión, Oier concedió una entrevista a este diario en la que muestra sus impresiones.

¿Qué balance realiza de su temporada con el Celta?

Ahora estoy asimilando un poco lo que ha sido el campeonato. Ha sido muy difícil y la verdad es que hemos conseguido algo increíble para un futbolista profesional, como es un ascenso a Primera División. Estoy contento y feliz. ¿El balance del año? Llegué al Celta como un jugador cedido, al entender que en Osasuna no iba a tener muchas opciones de jugar. Me arriesgué y me fui cedido al Celta. Yo creo que la apuesta me ha ido mejor que bien, aunque ha habido de todo durante el año. En este sentido debo recordar que al principio de la Liga sufrí una lesión muscular, una rotura fibrilar en el recto anterior, y no entré inicialmente en el grupo; pero cuando comencé a trabajar, me hice con un puesto. A partir de ahí tuve continuidad y empecé a coger galones y peso en el equipo. La verdad es que ha habido un ambiente fenomenal en el vestuario que me ha permitido disfrutar este año del fútbol.

Según los periodistas gallegos, en pocos meses usted se convirtió en uno de los jefes del vestuario del Celta.

No lo sé. Al final, por mi carácter y mi personalidad en el campo, intento transmitir a mis compañeros en el terreno de juego esa fuerza y esos ánimos. Eso es algo que ha sorprendido en el Celta, porque los gallegos no tienen ese carácter fuerte que solemos tener los navarros.

También ha sorprendido un poco haber descubierto a Oier como un gran defensa central.

Un poco no, ha sorprendido mucho. El primero que se ha sorprendido con ello soy yo mismo. Durante la pretemporada ya me dijo el míster que veía que yo pensaba más en defender que en atacar y que me quería probar de defensa central. Me echaba las manos a la cabeza, ya que yo me decía a mi mismo que dentro de mi gran polivalencia solo me faltaba jugar de portero y de defensa central. Y de central ya he jugado este año. Me sorprendió a mí mismo porque se trataba de una posición nueva en donde he rendido bien y me he sentido cómodo y a gusto. Los aficionados, mis familiares y el propio entrenador se han llevado una sorpresa mayúscula por mi rendimiento.

¿Qué le dijeron sus compañeros de Osasuna cuando le vieron jugando como defensa central?

Pues me han hecho muchas bromas. Yo recuerdo que debuté en un partido de Copa contra el Mallorca, y Cuco Ziganda me colocó como medio izquierdo. Mis compañeros ya sabían de mi polivalencia, pero les parecía demasiado jugar como central. Y ahí he rendido bien.

Solo le falta jugar como portero.

Exacto.

¿Cómo ha vivido el ascenso y las celebraciones posteriores?

Fenomenal. Además, en el Celta éramos una cuadrilla de chavales jóvenes que no habíamos tenido experiencias de este tipo. Los únicos que las habían tenido eran Orellana, Bermejo, De Lucas... Los demás éramos jóvenes, y nos ha pillado todo esto con mucha ilusión y ambición. Conforme pasaban las jornadas veíamos que estábamos muy bien posicionados y que podíamos conseguirlo. Ha sido espectacular. Todavía estoy despertando un poco de ese sueño y de ese éxtasis y, ahora, cuando me tranquilice, cuando me pare a pensar lo que hemos conseguido, seguro que alucinaré.

En un año en Vigo casi se ha convertido en gallego.

Soy uno más. Cuando llegué hice amigos allá que no eran del mundo del fútbol, y estos me ayudaron mucho a integrarme. El ambiente en el equipo y en el club es fenomenal. Me acogieron muy bien y en ese sentido no tuve ningún problema. La realidad es que le he cogido gusto a Vigo porque se trata de una ciudad muy bonita. Me han ido las cosas muy bien y eso también ayuda.

¿Se trata de un vestuario muy parecido al de Osasuna?

Para nada. Es muy diferente. En el Celta hay unos 10-12 de Galicia, al igual que en Osasuna también hay bastantes de casa. El vestuario del Celta está formado por chavales jóvenes, con proyección, con ambición, sin que tuviésemos mucha experiencia en Primera División. Esa ambición es la que nos ha llevado a quedar bien altos y a jugar un fútbol espectáculo. En Osasuna hay gente más veterana, con más edad, más experiencia, bastantes con hijos. En el Celta, si quitas a dos o tres jugadores, la media es de 26 años para abajo. Todos somos muy amigos de todos. Y no hubo ningún problema de vestuario, algo que es importante para haber logrado el ascenso a Primera.

Osasuna cuenta con usted. Martín González confirmó en su última comparecencia de prensa que también les hubiese gustado contar con usted el curso pasado. ¿Es cierto?

Sí. Tengo que darle las gracias a Osasuna porque esta temporada me ha seguido muy de cerca en Vigo. Además, estoy contento por el hecho de que Osasuna haya mostrado su interés para que yo vuelva a la disciplina del equipo. Yo estoy encantado, porque al final Osasuna es el equipo donde he crecido y me han dado las oportunidades desde un principio. Le estoy muy agradecido. Ahora ya se verá lo que pasa porque también hay un cierto interés en Vigo para que me quede allá. Habrá que hablarlo y valorarlo entre todos.

Ahora tiene un dilema importante: seguir en Osasuna, en el equipo de su tierra, o continuar en el Celta donde ha saboreado el triunfo.

La decisión es jodida, dura, pero bendita decisión. Si echo la vista atrás, hace un año mi situación era totalmente diferente y complicada. Ahora tengo la opción de que Osasuna me quiere y está en Primera División asentado. Y el Celta acaba de subir a Primera. Cualquier opción de las dos es increíblemente buena, pero se trata de una decisión tremendamente difícil para mí.

¡Cómo ha cambiado su situación en el fútbol en tan solo un año?

Sí. Es una cosa espectacular. Yo en su día adopté una decisión arriesgando muchísimo. Llegaba como lateral, a un puesto en el que el Celta contaba con grandes laterales. Yo llegué con muchas ganas, porque necesitaba fútbol, hacerme jugador. Me ha salido todo fenomenal. Me ha cambiado todo mucho a nivel personal en apenas un año.

¿Qué aspectos positivos ve para quedarse en el Celta o para hacerlo en Osasuna?

Solo veo aspectos positivos. En contra no veo ninguno. Por ello, adoptaremos entre todos la decisión que se deba tomar, seguro que esta es correcta y positiva. Lo que hace falta es que todos salgan bien parados y beneficiados del tema.

¿Por dónde cree que puede pasar su futuro?

Yo creo que el Celta va a realizar una oferta porque ha mostrado su interés en mí y porque Paco Herrera ha dicho que me quiere en sus filas la temporada que viene, y esa oferta es la que Osasuna tendrá que ver con buenos ojos o no y luego haré una valoración a ese respecto.

¿Cuando adoptarán una decisión todas las partes implicadas?

A principios de esta semana, el lunes o el martes, me reuniré con Martín González y sabré personalmente qué piensan Martín González y Mendilibar sobre mí, qué aspiraciones tienen y qué me pueden decir sobre Osasuna para la próxima temporada. Soy realista y sé que es imposible que me digan que voy a ser titular. Nadie puede asegurarte esa cuestión. Soy consciente de ello. A favor del Celta es que yo he jugado con Paco Herrera todo el año, me conoce muy bien, sabe cómo soy personal y profesionalmente y eso es bastante importante.

¿Contempla la posibilidad de una nueva cesión?

Hay muchas fórmulas para contemplar. No tengo por qué desvincularme por completo de Osasuna o del Celta. Está la opción de seguir formándome un año más en el Celta, perteneciendo a Osasuna. Sería magnífico. También estaría bien pertenecer solo a un club.

Izco y Martín González dijeron en la rueda de prensa del viernes que usted regresa a Osasuna y que está citado el 10 de julio para empezar la pretemporada con Osasuna.

En ningún momento me han dicho que no cuentan conmigo. El año pasado le pedí a Martín González mi salida hacia el Celta para mi progresión como futbolista, para hacer un año como el que he hecho porque creía en mis posibilidades. Así ha sido. El 30 de junio tengo que volver, porque siempre ha contado conmigo y me ha querido.

¿Está abierto a cualquier posibilidad?

Sí, siempre y cuando todas las partes salgan beneficiadas. Yo estaré dispuesto a escuchar y espero decidir correctamente, porque mi futuro va a depender de esta decisión. La clave puede estar en la reunión con Martín González. Yo tengo que escuchar en primer lugar la opinión de Osasuna. Me sentaré con él personalmente para hablar cara a cara. Escucharé sobre las previsiones que tiene el club conmigo, y a partir de allí que se solucione todo rápido para poder estar tranquilo en las vacaciones y centrarme en dónde voy a estar.