Palacios: "Todos deben sumar, solo así se conseguirá"
César Palacios (Pamplona, 19 de octubre de 1974) conoce bien las aguas en las que nada hoy Osasuna, un hábitat al que se ha adaptado el equipo rojillo en los últimos años, salvo contadas excepciones. El excapitán navarro vivió hace 16 años en Segunda una experiencia similar a la actual
pamplona. La mente del aficionado rojillo enlaza perfectamente la figura de César Palacios (que hoy ejerce como director deportivo del Numancia) a la de un hecho que cambió la historia de Osasuna en la temporada 1996/1997, un año en el que los navarros coquetearon con el fuego del infierno que representaba la Segunda B y que, gracias a un agónico final de curso, pudieron salvarse in extremis de la quema.
¿Qué similitudes ve entre la temporada 96/97 y la actual?
En aquella campaña lo pasamos muy mal, tuvimos hasta cuatro entrenadores (Benítez, Zabalza, Sola y Martín) e hicimos un esfuerzo tremendo para lograr la permanencia, que vino en la penúltima jornada, como puede ocurrir este domingo.
¿Cuáles son sus recuerdos?
Todos nos daban por muertos si no ganábamos al Badajoz y después vencíamos cuatro de los últimos cinco partidos para asegurarnos estar un año más en Segunda. Fue agónico, pero me quedo con la charla previa que nos dio Martín antes de saltar a El Vivero, nos ayudó a relajarnos y a quitarnos presión. Fue emocionante.
Eran un equipo joven, habrían madurado a marchas forzadas, ¿no es así?
Sí. Martín aprovechó la buena generación que por aquel entonces venía pegando fuerte en el Promesas y el míster también nos devolvió la confianza que habíamos perdido a lo largo del año, nos quitó pesimismo, presión y nos hizo creer en nosotros mismos, confió en la cantera para sacar aquel trabajo adelante.
¿Con qué fórmula mágica se empeñó el de Campanas?
Lo primero que hizo fue fortalecer el grupo humano, crear una familia y puso por delante a la gente de casa. Volcó todo lo que tenía dentro de sí mismo para hacer un ambiente más confiado.
Tres años después, casi el mismo bloque logró ascender a Primera...
Aquelló marcó el camino, pero sobre todo marcó un antes y un después en la historia de Osasuna. Aquí tenemos unos valores que otros equipos que se juegan lo mismo no tienen, se trata de un sentimiento, una pasión y de una historia llena de lucha por una ilusión.
¿Qué le transmitiría al club en estos momentos?
Que absolutamente todos deben sumar y aportar en lo que puedan, que únicamente de esta forma se conseguirá. Todo el mundo debe aportar y luchar por nuestra historia. Seguro que lo vamos a lograr, somos de Primera por derecho y por orgullo.
¿Será suficiente para la permanencia la victoria de este domingo o habrá que esperar al Bernabéu?
Tengo confianza absoluta en que, ganando al Sevilla, estará todo hecho, ojalá. No tengo ninguna duda sobre el equipo y seguro que lo conseguiremos, lo del Granada fue un accidente y seguro que si la afición responde como el día del Getafe, habremos hecho mucho.
En su época, los partidos ante el Sevilla estaban cargados de tensión, hoy parece haberse rebajado...
El Sevilla sabe que para nosotros esto es una final y que saldremos a por todas. Antes eran choques de mucha intensidad y se vivieron duelos de mucho contacto y muy duros, había un pique que rozaba lo agresivo, pero creo que todo eso ya está olvidado.
¿Qué ha fallado este año para llegar en estas condiciones al tramo final?
En el fútbol, la clave es el gol y Osasuna no ha hecho muchos, aunque es un equipo que está muy bien trabajado defensivamente, está bien equilibrado y tácticamente sabe lo que tiene que hacer, pero quizás no se ha tenido la suerte de cara a puerta, pero soy de los que cree que las estadísticas no importan y que hay que olvidar todo esto que rodea a los números, ir a ganar y punto.
En las últimas visitas del Sevilla a Pamplona casi siempre ha salido malparado...
No hay que descentrarse en datos y estadísticas, solo en ganar. Somos un gran club y gran equipo y, aunque ellos se jueguen el apurar sus opciones para entrar en Europa, hay que demostrar que nos jugamos mucho más que ellos.
¿Vivirá el partido en directo o esperará al término del encuentro? Puede no ser apto para cardíacos...
Intentaré seguirlo en directo, ya sea por televisión o por radio, pero no me lo perderé, eso seguro.