Aprovechando el parón liguero, típico tiempo de crítica y análisis, Alejandro Arribas decía que Osasuna debe sumar "seis o siete puntos" en los cuatro partidos de Liga que jugará antes del final de año. Tratándose estos de tres salidas -Valladolid, Valencia y Vigo- y sólo un encuentro en casa -ante el Real Madrid, para más inri-, no será fácil que el equipo haga los deberes que propone el defensa rojillo. Unos deberes que son consecuencia de un mal comienzo de curso.

La temporada pasada, Osasuna logró la permanencia en la penúltima jornada del campeonato, tras una agónica victoria frente el Sevilla. El equipo de Mendilibar estuvo a punto de pagar su pésimo inicio, y si no lo hizo fue porque la salvación estuvo entonces más barata que nunca. Curiosamente, el conjunto rojillo tiene ahora los mismos puntos que el año pasado a estas alturas: diez. Un bagaje escaso que, de no remediarse, no puede derivar en otra cosa que no sea sufrimiento hasta el final. De hecho, si Osasuna mantuviese el ritmo que ha llevado hasta ahora hasta el final de la temporada no llegaría a los 42 puntos que suelen garantizar la permanencia.

Por lo tanto, urge una reacción. Osasuna ocupa ahora la penúltima plaza de la clasificación, pero la permanencia está sólo a dos puntos. Además, la competición es tan igualada que dos buenos resultados consecutivos pueden aupar al equipo que los consiga a la mitad de la tabla. Por desgracia, los efectos de dos derrotas seguidas son inversamente proporcionales, y por eso la tímida reacción que se vislumbraba hace dos jornadas, cuando Osasuna derrotó al Rayo y consiguió salir de los puestos de descenso, quedó truncada de forma brusca tras los pinchazos en Anoeta y en El Sadar ante el Almería.

A seis partidos del final de la primera vuelta de la competición, los buenos resultados no pueden hacerse esperar más. Qué mejor lugar para comenzar la escalada que el José Zorrilla de Valladolid, un campo históricamente propicio para los intereses de Osasuna, que hace 12 años que no cae en Pucela y ha ganado las dos últimas veces que ha visitado la ciudad. Además, un triunfo navarro en Valladolid metería de lleno al equipo blanquivioleta, que tiene 12 puntos, en la lucha por la salvación. Y está claro que cuantos más compañeros de baile tengan los hombres de Javi Gracia en la carrera por alcanzar los 42 puntos, mejor.