Iribarren regresa a Tajonar

pamplona - Ayer fue un día de estrenos en Tajonar. Y es que al debut de Richard Sanzol como preparador de los porteros del primer equipo se sumó otra novedad: Osasuna ya dispone de un preparador físico. Al menos de momento. Ayer regresó al trabajo en las instalaciones rojillas Juan Iribarren, que ha decidido colaborar de forma desinteresada con el conjunto navarro hasta que se cierre la incorporación definitiva de un técnico en el cargo.

El readaptador físico Iosu Sesma ha sido el encargado hasta hoy de realizar esta función en la primera semana de la pretemporada de Osasuna ante la ausencia de un especialista en el cargo. Pero con la llegada de Iribarren volverá a centrarse solo en sus responsabilidades como readaptador físico del conjunto.

Juan Iribarren Morrás (Pamplona, 1967) es un viejo conocido dentro de la escuadra navarra. Y también para Jan Urban y su segundo, Kibu Vicuña, con quienes coincidió en ocho de las doce temporadas en las que actuó como preparador físico. También colaboró con ellos en algunas etapas estivales programando la preparación del Legia de Varsovia.

discípulo de aguirre En cuatro de esas campañas formó parte de su cuerpo técnico, primero en el equipo juvenil y después en Osasuna Promesas. Pero fue con la llegada de Javier Aguirre, de la mano de Pachi Izco, cuando Iribarren dio el salto al primer equipo rojillo por petición expresa del mexicano.

Tal fue la conexión que se produjo entre ambos que el pamplonés decidió seguir a Aguirre cuando cambió El Sadar por el Vicente Calderón, donde pasaron dos temporadas y media y clasificaron al equipo para UEFA el primer año y para la Liga de Campeones en el segundo.

Tras su salida del club del Manzanares, Iribarren continuó al lado de Aguirre en la consecución de la Copa de Oro y la clasificación para el Mundial de la selección mexicana. Y después de su periplo internacional, regresó a la Liga como preparador físico del Zaragoza, donde vivió su época más complicada debido a los problemas institucionales del club.

Esos problemas desembocaron en su salida y posterior fichaje por el Espanyol, su último reto antes de esta reincorporación provisional a Osasuna. Una incorporación que Iribarren ha aceptado de forma desinteresada, sin ninguna contraprestación, y que durará hasta que la Junta Gestora cierre la llegada de un preparador fijo y el pamplonés vuelva a trabajar junto a Javier Aguirre en la selección japonesa.