pamplona - Nino -Vera (Almería), julio de 1980, 34 años- acudió al encuentro con los informadores en el día de su retorno a Osasuna dispuesto ya para montarse en el autobús y partir hacia Inglaterra. Para el delantero, que firma para dos años, casi no ha habido cambio des desde su salida al final de temporada y ahora su retorno. Encantado de volver a jugar en el equipo rojillo, Nino reconoce que tiene una espina clavada, que sabe lo que le espera a Osasuna en una competición larga y dura y que, como conoce la Segunda, asume también el reto de aportar experiencia y goles. “Estoy muy contento de estar aquí otra vez. Quiero borrar un año malo y que mejor sitio que en Pamplona, donde mi familia está encantada y en Osasuna donde yo conozco todo”, explicó en su comparecencia de presentación de nuevo ante los medios de comunicación. “He pasado un año psicológicamente muy malo y en verano lo único que quería era desconectar. Tenía ofertas, pero la de Osasuna era la primera sí o sí. Tengo una espina clavada y me gustaría quitármela”.
A Nino, Vasiljevic le presentó como un jugador para aportar experiencia y goles, y el delantero no le hace ascos a ninguna de las propuestas. “He metido más goles en Segunda que en Primera y he jugado más de 300 partidos en Segunda. Es una categoría muy larga, muy complicada, en al que te pueden pintar la cara si no vas poco a poco, con trabajo y con humildad”. El delantero fue cauto a la hora de hablar de los objetivos. “Nos van a pedir porque somos Osasuna, pero aún es pronto. La plantilla todavía no está construida. Me he encontrado a cuatro por los pasillos y los cuatro me han dicho que se iban. Ya no he querido saludar a nadie más”, bromeó. - J.S.