¿Tiene esto algún apaño?
Quiero decir: ¿tiene arreglo la situación de Osasuna? La confesión de Nino al final del encuentro resultaba del todo elocuente: “No sabemos qué hacer...”, dijo el delantero, delatando la impotencia que sufre el equipo y que ayer volvió a quedar una vez más en evidencia. Los jugadores no saben qué hacer para revertir esta racha y el entrenador parece que lo hubiera intentado todo sin ningún resultado en forma de puntos. Osasuna volvió a salir bien al partido, dominó la escena, quitó la iniciativa al Betis, salvaguardó su área de las presumibles contras planeadas por Mel y en el último cuarto de hora de la primera mitad buscó el gol aunque con tímidos remates. El balance general era más que bueno para un equipo que juega como visitante, ante un aventajado candidato al ascenso y asediado por las urgencias. Pero la delgada línea por la que camina el futuro de Osasuna es tan delicada que, al inclinarse, mete dentro balones que parecían fuera del campo y coloca en fuera de juego a futbolistas que inocentemente arruinan un gol. Así de frágil es el equipo, capaz de descolocarse con la salida al campo de un futbolista desequilibrante como Dani Ceballos y de perder la solidez atrás en otro fallo por alto de Riesgo. Al final, no sabes si a los rojillos les pesan las piernas por el esfuerzo o como consecuencia de su estado anímico. Y esto es lo que hay.
¿Qué puede hacer el entrenador?- Mel tuvo recursos para darle la vuelta a un partido en el que el Betis era presa de un Osasuna mejor colocado y con mayor disciplina táctica. Mateo, sin embargo, no reaccionó cuando era palpable que Ceballos abría brecha en las líneas rojillas, sobre todo por el flanco derecho, donde Javi Flaño ya sufría en el marcaje a Rubén Castro, mientras que por el lado contrario Xavi Torres aprovechaba la poca consistencia defensiva de Roberto Torres. Le pasó al técnico osasunista como otras veces a Urban: que le pilló el 2-0 con un cambio, el de Olavide, preparado en la banda. El resto de cambios no pasaron de simple anécdota. Mateo jugó un 4-4-2 con Sisi y Nino más adelantados; eso le dio dominio de la pelota pero empequeñeció la presencia de rematadores en el área. Aunque me confieso fiel devoto de Nino, creo que al técnico, con todas las teclas que ha tocado, solo le queda jugar con un delantero centro de más envergadura y pegado a los centrales e intentar otro tipo de llegadas. Pero ni Kodro -cada vez con menos minutos- ha jugado en todo el curso en esa demarcación ni Ansarifard ha demostrado algo. Otro éxito de gestión de Vasiljevic. Si se trata de arriesgar, solo queda la baza de Álex Satrústegui, que ha marcado cinco goles en los dos últimos partidos con el Promesas...
¿Qué pueden hacer los jugadores?- Es duro ser el eterno perdedor. No ganar nunca. No marcar un gol. Y, sin embargo, el futuro de Osasuna está en sus pies y en sus cabezas. Analizando los partidos ante Sporting y Betis, los rojillos no han encarado ambos compromisos derrotados de antemano; al contrario, su disposición ha sido la mejor. Solo que su nivel de aciertos es el mismo que el de un vidente charlatán y su capacidad de reacción, la de un caracol cojo. “No sabemos qué hacer...”, dijo Nino. Esto tiene difícil apaño...