Más sombras que luces

PAMPLONA. Luis Sabalza tomó posesión el 10 de diciembre de 2014. El presidente rojillo ha superado los 800 días (835, exactamente) de mandato con luces y sombras en diferentes aspectos. En el panorama deportivo, la falta de confianza ha provocado un buen abanico de entrenadores (seis) con perfiles de todo tipo. En el institucional, la figura de Canal y la salida de dos directivos hace un año han marcado el mandato. Por último, en el plano judicial es donde la Junta puede apuntarse el tanto más grande al haber salvado algo tan importante como la imputación del caso Osasuna.

Un banquillo caliente

Sabalza y su Junta cogieron el equipo recién descendido a Segunda división comandado por Jan Urban. Pero lo cierto es que el banquillo rojillo se ha convertido en una patata caliente. Urban cayó, Mateo tuvo un paso fugaz antes de volver al Promesas y al final la responsabilidad fue a parar a un Martín con el que el equipo se salvó de la desaparición en el último minuto en Sabadell. La temporada siguiente, la 15-16, por fin hubo estabilidad.

El equipo luchó por el ascenso, algo que logró en los play off y que quedará como principal hito de esta directiva en el plano deportivo. Pero la ilusión de Primera se convirtió en un tormento. Once fichajes, que se convirtieron en catorce en invierno, no fueron suficiente para cubrir la salida de una pieza tan importante como Mikel Merino, que fue vendido al Borussia en marzo. Los malos resultados llegaron, pero el equipo estaba cerca de la salvación, a tres puntos, cuando la directiva decidió cesar a Martín en una decisión que acabó marcada por las formas que dedicaron al entrenador. Vasiljevic, director deportivo por entonces, quería la contratación de Luis García Plaza, pero la directiva decidió apostar por la llegada de un perfil de entrenador de renombre y contrató a Caparrós. Tras no sumar ni un empate en Liga, el día de Reyes, la Junta decidió sustituirle y nombró a Vasiljevic como entrenador, en una situación sorprendente que ha mejorado a Caparrós pero que no ha logrado sumar más que cuatro puntos.

Una de las más importantes críticas en el aspecto deportivo es el trato a la cantera. Tras verse obligados a apostar por ella por la sanción que limitaba la plantilla a 18 fichas, su política de fichajes en la vuelta a Primera ha sido muy discutida. Solamente los dos García y Berenguer han tenido continuidad, mientras que Buñuel, Olavide y Otegui han vuelto al Promesas. La irrupción de Imanol García y, solamente con Caparrós, de Iván Márquez, han sido las noticias más agradables llegadas desde el filial. La directiva explicó un proyecto nuevo para la cantera, Tajonar 2017, que es una de las apuestas más importantes de este mandato y ahora habrá que ver si se le da continuidad, algo que pide la masa social del osasunismo.

Canal, director general

En el panorama institucional, ha habido dos hechos que han marcado estos días en el mandato. La tensa relación entre Sabalza y Eva Blanco, vicepresidenta, que acabó por explotar con las elecciones a la FNF y la venta de Merino. Sabalza cesó a Blanco y Lafón y colocó a Ramírez e Iso. El primero se ha convertido en portavoz y en una figura reconocida dentro de la Junta por trabajar en diferentes e importante proyectos, pero, de nuevo, las formas con las que se llevó todo el tema desgastaron la impoluta imagen con la que entró la directiva.

Ahora, con elecciones a la vista, todo el mundo está expectante por saber si Lafón y Blanco, que lideraban la moción de censura que lleva meses gestándose, se van a presentar a los comicios y si se enfrentarán a los que fueron sus compañeros de directiva.

Pero, sin duda, el nombre que ha marcado toda esta legislatura no ha sido otro que el de Fran Canal. Este gallego vinculado al Cádiz desembarcó en Osasuna como asesor externo. Su figura siempre ha estado muy discutida por un amplio sector de la afición rojilla, incluidas personas cercanas a la Junta Directiva. Su proximidad a Tebas y sus relaciones pasadas con Vasiljevic han despertado todas las sospechas. Canal, como asesor externo, llegó sin hacer mucho ruido, ya que la directiva tardó en presentarle hasta este mismo diciembre. Y no solo eso, sino que sorprendía el poder que adquirió rápidamente al estar inmerso en importantes operaciones del club.

En diciembre, cuando por fin fue presentado, la directiva aseguró que se le había renovado el contrato y que su figura ya sería la de director general del club. Entre las funciones de Canal destaca la ausencia de patrocinador en la camiseta, lo que ha mermado los ingresos rojillos en un regreso a Primera que ha supuesto un buen balón de oxígeno gracias a la tele pero que ha dejado en evidencia la falta de obtención de ingresos por parte de un director general que sí que ha sabido recortar gastos (incluido casi una veintena de despidos). Canal tiene contrato, mejorado hace pocas fechas, y tiene que ser avisado con 60 días de su despido de Osasuna.

Éxito judicial

Sin duda, el panorama donde la Junta se ha movido excelentemente ha sido en los juzgados. El logro, apoyados en el abogado Miguel Ezkurdia, ha sido de una magnitud importante, ya que el ser imputado en el caso Osasuna hubiera supuesto un duro golpe e, incluso, la viabilidad de Osasuna podría haber sido puesta en entredicho. Pero, sorprendentemente, de nuevo las formas (huida de los juzgados hace pocas semanas incluidas) han tapado demasiado la importancia de semejante logro. Además, el detallado esfuerzo por colaborar con la justicia ha permitido que el club esté ahora en el lugar de la acusación en vez de en el del acusado.

Así pues, en este apartado poco o nada se le puede decir negativo a la Junta, pero, el único lunar es algo en lo que han fallado durante toda la legislatura: la comunicación. La Junta no ha sabido informar muchos asuntos, tanto positivos como negativos.

Así pues, tres aspectos fundamentales en un club de fútbol y que, pese a innegables e importantes luces, han tenido demasiadas sombras que las próximas juntas, sean continuistas o no, deben saber evitar o comunicar mejor.