pamplona - Oier Sanjurjo presentaba ayer un dedo de su mano izquierda con un vendaje que le cubría la zona donde Borja Iglesias le dio un mordisco en el transcurso del partido, indicaron fuentes del club. El futbolista navarro llevaba cubierta la zona en la que en una disputa con el delantero del Zaragoza acabó lastimado por los dientes de su contrincante. La acción se produjo en los minutos finales del partido -el conjunto aragonés ya había marcado su segundo gol (0-2)- y fue en una acción en el costado izquierdo del área de Osasuna. Oier y Borja Iglesias, que vivieron un duelo con intensidad, se enzarzaron en la pugna por el balón que terminó con ambos en el suelo, con el árbitro decretando falta a favor del Zaragoza y con el defensa rojillo quejándose de una de sus manos. De hecho, fue a recriminar la acción al juez de línea, que se encontraba muy cerca de la jugada al haberse protagonizado la acción junto a él, cerca de la banda -algunos aficionados también observaron el mordisco desde los asientos de la grada más próximos a la banda-.

La trifulca, además de con Oier dolorido, terminó también con el capitán de Osasuna visiblemente contrariado porque vio la cartulina amarilla, la quinta, que le obligará a descansar el domingo. El motivo expuesto por el árbitro en el acta para explicar la amarilla fue: “Sujetar insistentemente a un adversario, impidiendo su avance, en la disputa del balón”.

Borja Iglesias fue uno de los protagonistas principales del partido del sábado ya que el corpulento delantero del Zaragoza firmó los dos goles de su equipo. El atacante, por el que se interesó Osasuna a principios de temporada -se encuentra cedido por el Celta en el conjunto aragonés-, completó un encuentro excelente y se reivindicó como uno de los mejores delanteros de la categoría. Borja Iglesias anotó dos goles con los que suma quince en la presente Liga. - J.S.