Pamplona - La Regla 12 de la normativa de la IFAB (International Football Board), que se aplica en la Liga española, define así el juego peligroso: “Es toda acción que, al intentar jugar el balón, supone un peligro de lesión para alguna persona (incluyendo al propio jugador); esto incluye impedir que un adversario que está cerca juegue el balón por miedo a lesionarse. Están permitidos los remates de chilena o las tijeras, siempre que no entrañen ningún peligro para el adversario”.

Ése es el motivo que llevó ayer al colegiado Dámaso Arcediano Monescillo a anular el gol de chilena que Nacho Vidal logró para Osasuna en el minuto 89 y que habría supuesto el empate.

Pero, como siempre en los casos polémicos, quedó a apreciación del árbitro si los defensores del Mallorca estaban lo bastante cerca del lateral derecho rojillo como para que su chilena supusiera un peligro para ellos.

En los últimos años se han visto varios goles de chilenas similares que han subido al marcador, pero también otros que han sido anulados.

Los jugadores de Osasuna protestaron -por supuesto, sin éxito- y en las redes sociales se acogió también con sorpresa la decisión del colegiado, y no solo por parte de los aficionados navarros. Entre los argumentos en contra del árbitro, el hecho de que al empezar Nacho Vidal a elevarse, los defensores están lejos y, además, él no puede verlos por estar de espaldas, por lo que no tiene voluntad de intimidarles.

En suma, a muchos hinchas rojillos les quedó esa sensación habitual de que Osasuna nunca puede esperar que, en caso de duda, los árbitros piten a su favor. - T.O.