el equipo - El rigor defensivo del que presume Osasuna en El Sadar (seis partidos sin recibir gol) se ha venido abajo en los desplazamientos. En los cuatro últimos partidos lejos de Pamplona, los rojillos han recibido siete goles (cinco en los dos últimos). Ayer, la defensa sufrió mucho con los balones largos y también le metió en serios problemas Vieira en remates de cabeza en jugadas a balón parado. Rubén Martínez evitó con sus intervenciones dos remates de gol.