pamplona - En abril de 2016 el juez Fermín Otamendi, al frente del Juzgado de Instrucción número 2 de Pamplona, concluyó la investigación sobre uno de los casos que abrió en canal al osasunismo. La causa de los amaños, aquella confesión de Vizcay en la Liga sobre cómo había finalizado Osasuna la temporada 2013-14 en la que decía que habían pagado dinero por empatar ante el Espanyol y para que el Betis se dejara ganar en El Sadar en la última jornada (cuestión que no evitó el descenso de categoría), se cerró en aquellas fechas, hace ya 28 meses. Sin embargo, el juicio sigue esperando. Y será una vista tremenda, en la que la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Navarra, conocida no precisamente por su agilidad ni en las resoluciones ni en los señalamientos, tiene todavía que decidir sobre la práctica de la prueba, es decir, fundamentalmente sobre los testigos que entienden que deberían declarar en la causa. Hay 11 acusados (Archanco, Vizcay, Peralta, Pascual, Bandrés, Maquírriain, los agentes inmobiliarios Albert Nolla y Cristina Valencia y los exjugadores del Betis Antonio Amaya, Xavi Torres y Jordi Figueras) que se sentarán en el banquillo y los testigos propuestos superan el centenar, puesto que solo la representación de Osasuna ha solicitado que declare la totalidad de las plantillas de los equipos implicados. En principio, el tribunal tiene pensado acometer la vista en el primer trimestre de 2020, un juicio que se podría ir hasta los tres meses de duración. La pena más alta que se pide es para Vizcay (14 años). Osasuna quedó fuera como entidad del juicio y no será acusado. - E.C.