MADRID- Osasuna regresa esta noche a Primera División, un auténtico firmamento de estrellas. Será el inicio de su 38ª aventura en la máxima categoría, en la que se va a calibrar la continuidad del absolutismo impuesto por el Barcelona en el último decenio, con siete de los diez últimos trofeos acomodados en sus vitrinas y con una superioridad apabullante sobre sus adversarios en las dos campañas recientes. La fragilidad del Real Madrid, acentuada con la marcha de Cristiano Ronaldo, y el decaimiento del Atlético en el tercio último de la competición dejaron sin alicientes la carrera por el título, resuelta con mucha antelación en favor de los azulgranas.

La Liga echa a andar en pleno verano, al término de la primera quincena de agosto, con las plantillas aún por pulir y con el mercado aún abierto durante más de dos semanas. La temporada de la presumible consolidación del VAR y del fútbol de fin de semana, pero no de los lunes, una vez resuelta por un juez las pretensiones encontradas de la Federación Española y la Liga de Fútbol Profesional, reafirma el favoritismo del Barcelona y agiganta las aspiraciones del Atlético. Sin embargo, no disipa las dudas del Real Madrid. Sobre todo por lo advertido en la pretemporada.

LAS DUDAS DEL REAL MADRID

La presumible revolución blanca no ha sido tal. Al menos hasta el momento. La llegada de Eden Hazard y de Luka Jovic y Militao no ha mejorado la pinta del equipo de Zinedine Zidane, amparado en el bloque que languideció el curso pasado y que no ha sido capaz de ilusionar en los ensayos del verano. Todo lo contrario. El Barcelona, a la inversa, ha apuntalado su plantel. El conjunto de Ernesto Valverde, que dejó a una distancia de puntos sideral al Real Madrid, ha ganado músculo en el centro del campo con el holandés Frenkie De Jong y pólvora en ataque con el francés Antoine Griezmann. Dos incorporaciones de peso para agrandar el potencial de un plantel de postín que ilumina en todo momento Leo Messi, el futbolista más decisivo de la era reciente.

EL ATLÉTICO SE REHACE

El Atlético ha sido la amenaza azulgrana en el bienio reciente. Aunque la falta de convicción y continuidad en los momentos puntuales propiciaron una prematura dimisión en la puja por el trofeo. Pero el cuadro de Diego Pablo Simeone parece haber asumido que es el momento de dar un paso al frente. La apuesta económica, deportiva y de futuro por Joao Félix abandera el cambio de talante rojiblanco. Marcos Llorente, Mario Hermoso, Kieran Trippier, Felipe Monteiro, Héctor Herrera, Renan Lodi e Ivan Sponjic han dado un vuelco a la pinta de su plantel. La máquina atlética funciona. Ha contado por victorias cada uno de sus compromisos de su puesta a punto, con goleadas memorables como la obtenida frente el Real Madrid (3-7).

PELEA POR EUROPA

El Valencia, que se llevó el curso pasado la última de las cuatro plazas para la Champions, quiere seguir con su impecable final de curso, redondeado con la conquista de la Copa del Rey, premió al club levantino. No ha realizado grandes cambios en una plantilla crecida y afianzada en los dos últimos años. Al contrario que el Sevilla, donde el regreso de Monchi a su dirección deportiva ha supuesto una sacudida después de un curso plagado de sinsabores y distante de las expectativas generadas. Julen Lopetegui, que salió malparado de la selección y del Real Madrid, conduce el nuevo proyecto hispalense que aspira al éxito como animador de la Liga.

El Getafe, que alarga el plan con Pepe Bordalás en su banquillo, regresa a las competiciones continentales después de una temporada brillante en la que acabó quinto. También el Espanyol regresa a la Liga Europa, aunque con David Gallego como técnico para prolongar el diseño que trazó Joan Francesc Ferrer Sicilia, Rubi, que se marchó al Betis en busca de desafíos aparentemente mayores.

LA ZONA MEDIA BAJA

La línea europea la contemplan también la Real Sociedad y el Athletic, que conservan la estabilidad que les proporcionó los respectivos responsables deportivos con los que acabaron el pasado curso. También el Villarreal, distanciado la temporada anterior de los retos de antaño. El club de Castellón coqueteó con un descenso que quieren eludir equipos como el Levante, el Leganés, el Alavés y el Eibar, consolidados en la máxima división. También el Valladolid pretende asentarse entre los grandes ante la llegada a Primera del Osasuna, Mallorca y Granada, históricos que pusieron fin a su etapa en el infierno.