el equipo - Osasuna recuperó ayer ese concepto que Arrasate resumió en dos palabras: ser nosotros. Con una presión muy alta, los seis primeros minutos ofrecieron la imagen característica del equipo, ahogando al rival, disparando a portería y estrellando un balón en el larguero (ya suman 15). Sin un fútbol exquisito, Osasuna hizo de la insistencia su mejor argumento para acabar arrinconando a un Levante que decepcionó.