Pamplona - Son múltiples los indicios que señalan a Xavi Torres como usuario y portador del teléfono de contacto de los jugadores del Betis con Ángel Vizcay y Txuma Peralta, un móvil que fue adquirido en Madrid de forma fraudulenta y cuyo número comienza por 611. Así lo ratificó ayer en su declaración el policía que dirigió la investigación del caso Osasuna, Iñaki Arbea, que en calidad de testigo aseguró creer “objetivamente” que Torres fue el portador de este teléfono por tres motivos fundamentales: las declaraciones de varios de los acusados durante las fase de instrucción (también lo dijo alguno en el juicio), porque la geolocalización del mismo se ubicó siempre muy cerca de sus domicilios en Sevilla (donde residía) y Jávea (su localidad natal y donde habitualmente veraneaba) y porque el GPS también reveló que el 9 de mayo de 2014, fecha de la reunión entre Amaya, Vizcay y Peralta en un hotel de Madrid, su portador hizo un viaje de ida y vuelta de Sevilla a Madrid y se ubicó muy cerca de donde se produjo la cita de los jugadores del Betis con el gerente y el directivo de Osasuna para pactar.

Como ya figura en el informe de su investigación, Arbea reiteró que el teléfono fue adquirido el 10 de abril de 2014 “a nombre de una persona que no era real” (Javier Mararena, identidad que no existe) y en un establecimiento ubicado en la calle Ávila de Madrid, lugar en el que, según la Policía, “no se habría comprobado la licitud de la documentación presentada, lo que haría presuponer que dicha línea se habría activado con la intención de ocultar el verdadero usuario de la misma, dificultando con ello su identificación real”.

Arbea recordó que el nombre de Xavi Torres saltó a la palestra en una declaración de Ángel Vizcay, que le identificó como interlocutor en el 611, extremo que también confirmaron después durante la fase de instrucción otros dos de los acusados, Antonio Amaya y Txuma Peralta, aunque sólo este último se ratificó en la identificación de Torres durante las declaraciones en la vista oral que comenzó la pasada semana.

Otro de los motivos por el que el instructor de las diligencias también considera a Xavi Torres como usuario del teléfono es “porque estaba geolocalizado cerca de su domicilio en el barrio Montequintos de Sevilla”, a pesar de que la defensa del futbolista aseguró que eran ocho los jugadores del Betis que en aquella época residían en esa misma zona, “y también en Jávea, donde pasaba sus vacaciones de verano porque él es de allí y tiene familia”. Para rematar el asunto del GPS, Arbea también recordó que, “al quedar para cobrar (concretamente el 16 de mayo de 2014), el teléfono se acercó a unos 700 metros del hotel donde los jugadores del Betis fueron a recoger a Vizcay y Peralta”, otra prueba que incluyó en su informe definitivo.

Además de todo esto, para el policía también resulta destacable el análisis de las comunicaciones directas habidas desde la línea 611 con Antonio Amaya, al que llamó en tres ocasiones el día de la primera reunión con el gerente y el directivo de Osasuna. Además, en esa misma fecha, el 9 de mayo de 2014, unos días antes de la disputa del partido Betis-Valladolid (4-3), en el informe también se refleja que hubo una comunicación de la línea 611 con otro teléfono de tarjeta prepago que adquirió Peralta a nombre de Cristina Valencia (el propio directivo así lo especificó en su declaración) durante el viaje de ida y vuelta de Sevilla a Madrid. A Torres le implican los acusados, el GPS y la Policía. - E.C./J.L.