PAMPLONa - El delito de corrupción deportiva, el que condena precisamente la predeterminación de resultados como los que supondría un amaño de partidos, fue introducido en el Código Penal en el año 2010 y se modificó en 2015 para agravar aquellas conductas relacionadas también con el mundo de las apuestas. Parece tal delito un traje hecho a medida de Javier Tebas, el presidente de la Liga de Fútbol Profesional, que como recordó el pasado jueves en la vista oral, había hecho bandera del combate contra el fraude deportivo en su candidatura para presidir la Liga.

SOLO EL INTENTO YA ES DELITO Según los especialistas que han escrito al respecto, el delito de corrupción deportiva, que todavía no ha tenido una sentencia condenatoria en España (el Levante-Zaragoza fue absolutoria), es un tipo delictivo de los que se conoce como de mera actividad, es decir, en el que solo se requiere un concierto previo entre las partes para entender que se ha incurrido en el delito. Por tanto, y aunque todo lo que se hable al respecto resulta una experiencia que apenas puede ser justificada con doctrina jurídica por la ausencia de casos existentes a este respecto, en esa clave se debe entender las palabras que pronunció Tebas en el juicio cuando la abogada de Archanco le preguntó lo siguiente: “¿Me podría decir, señor Tebas, a quién perjudicó el partido Osasuna-Betis (en el que Osasuna terminó ganando pero no le sirvió de nada porque perdió la categoría, al igual que el Betis, descendido desde varias jornadas antes)?”. El mandatario de la Liga respondió así: “Eso me da la mismo, el hecho de intentarlo ya es delito, la primera reunión que tuvieran para concertar un resultado o intentarlo ya es considerado delito”, expuso Tebas, en su particular lenguaje en el que es difícil separar sus palabras como presidente de la Liga, abogado, jurista...

El propio jefe del fútbol español también manifestó que su opinión jurídica respecto a las primas a terceros había cambiado en este tiempo. Cuando Tebas declaró el 11 de enero de 2016 ante el juez instructor de la causa, dijo, y esto es literal, que primar a un tercer equipo por ganar un partido “no es reprochable desde el punto de vista penal”. De hecho, la propia Liga no consideraba en su inicial querella la prima a terceros como delito. Pero ahora su criterio ha mudado de parecer. “No cambia de pensamiento el Tribunal Supremo y por tanto cambia su doctrina, pues yo también lo he hecho en este sentido. Ahora creo que las primas a terceros suponen un delito”, declaró Tebas, que entiende que ello supone dopar a un equipo por parte de otro con dinero. “Hay jugadores que pueden no jugar otros partidos para cobrar ese extra”. - E.C.