pamplona - Javier Gracia, exentrenador de Osasuna en la temporada 2013/2014, manifestó ayer que nadie en el club le comentó en el tramo final de la temporada que pudiera existir un pacto sobre posibles amaños de partidos con el Espanyol y con el Betis. “Son los partidos que posiblemente haya preparado con mayor conciencia. Probablemente es la situación profesional y personal más dura que he vivido, entrenar al equipo de tu tierra y bajar a Segunda División”, ha dicho durante su declaración como testigo en el juicio del caso Osasuna. Javi Gracia negó que el entonces directivo del club Jesús Peralta, que es primo hermano suyo, le informara de posibles amaños con otros equipos.

El entrenador indicó además que para Osasuna no era suficiente conseguir un empate contra el Espanyol, pese a las sospechas de que se pudo pactar un empate. “Necesitábamos ganar, porque en la última jornada no sabíamos qué puntos iban a ser necesarios”, declaró. Asimismo, señaló que el partido contra el Betis, que ganó Osasuna, fue “complicado” y que el portero del club navarro, Andrés Fernández, hizo paradas de mérito. Sobre aquellos días, Gracia afirmó que el descenso fue “la situación personal y profesional más dura” que ha pasado en toda su carrera y que necesitó varios días de “luto” porque para él “supuso un shock muy fuerte”. De hecho, llegó a reconocer que no tuvo ninguna gana de volver a revisar el encuentro en vídeo, porque “habíamos descendido y esa situación ya no tenía remedio”. Gracia, que coincidió con Sisi en el pasillo del Palacio de Justicia, llegó ayer al juicio procedente de Londres, donde ahora vive tras entrenar al Watford.