Arnaiz estaba realmente enfadado porque o se le cruzaban defensas o medía mal la ruta de la pelota cuando, en la segunda mitad de superioridad absoluta de Osasuna, no acababa de encontrar el camino del gol. ASÍ TE LO HEMOS CONTADO EN DIRECTO

En el tiempo de descuento, el delantero, condiciones para el desborde con el balón en los pies, sin embargo tocó de cabeza de espaldas a la portería y marcó el gol definitivo del encuentro, el de la remontada, en una acción imprevista para él porque no responde a sus condiciones.

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Arnaiz fue el ejemplo del tesón olvidado por Osasuna en el campo del Betis, en aquel encuentro aciago en que no salió nada bien, y también sacó el capotico del triunfo en el tiempo añadido en esta tarde de julio de San Fermín en la que no hubo ni fiesta en la ciudad ni público en el estadio.

Osasuna buscó mucho más la victoria e hizo más méritos para ello demostrando que, a pesar de que las fuerzas no sobran y la temporada además de rara se está haciendo eterna, está también lejos de este Celta en apuros. El conjunto gallego, una numerosa reunión de futbolistas con calidad y cotizados, no estuvo a la altura de lo que requiere su situación clasificatoria, tampoco fue capaz de mantener su gol de ventaja -la acción del tanto del triunfo de los rojillos en el tiempo de descuento habla de una defensa blanda- ni de enfrentar los problemas que le creó Osasuna. Los rojillos fueron más intensos, reconfortante actitud de los futbolistas cuando todo parece hecho, y también jugaron mejor, profundizaron por las bandas, sobre todo la izquierda con un Estupiñán estelar, y buscaron rapidez circulaciones y triangulaciones en las zonas de peligro.

El Osasuna de Arrasate estuvo ayer por El Sadar y, como está siendo costumbre en esta temporada fantástica, volvió a sumar un triunfo y a mirar descaradamente la zona alta de la clasificación -48 puntos es una cifra de locura-. Un lujo para esta plantilla y un gozo para los aficionados.

El partido de ayer no resultaba sencillo porque el Celta es un equipo con calidad que además llegaba espoleado por la obligación de escapar de la zona baja. Una reunión de clase y carácter suele ser imbatible, aunque a los celestes se les vio poco de lo primero y el temple también se les escurrió conforme la pelea les reclamó más. El primer tiempo vio a un Osasuna de menos a más y al Celta con un premio gigante para su minúscula presencia en el ataque. Aunque el conjunto gallego apareció poco por las postrimerías de la meta de Sergio Herrera, se mostró realmente peligroso. En una de sus presentaciones, a la contra, marcó el gol con suspense de Santi Mina por la revisión del VAR hasta su concesión, y después volvió a rozar la red en otro disparo del mismo delantero que se marchó fuera por muy poco. A Osasuna se le estaba atragantando el partido por el gol temprano de su rival, a los diez minutos, y porque el Celta parecía exhibir un mayor interés por el resultado. Cosa de las apreturas en la clasificación. El equipo de Arrasate, sin embargo, hizo lo más difícil: meterse en la faena, tirar de orgullo y darle la vuelta a un discurrir pesado y con poca chispa.

Lanzado por el carril izquierdo, con Estupiñán desatado, Íñigo Pérez templando y Adrián metiéndose entre líneas por ese flanco para desordenar a su rival, Osasuna fue creciendo y, en la acción más destacada del partido, elaboró una acción milimétrica y de tiralíneas con los tres protagonistas anteriores que remató como ariete mayúsculo que es Enric Gallego.

Osasuna terminó la primera mitad mucho mejor, insistiendo por esa banda de los zurdos con habilidad y mandando al rincón de pensar al Celta, que se marchó al descanso tras haber sido relegado a su campo y sin sacar la cabeza más que en contadas ocasiones. Una actuación muy discreta para un equipo al que solo le valía ganar.

A pesar de que el Celta quiso cambiar con la puesta en escena de un delantero, Nolito, por un defensa, resultó más apariencia que efecto. Aún con ello, el equipo celeste abrió más el encuentro con una salida más ambiciosa y, de hecho, Aspas puso en aprietos en un par de oportunidades al portero. No fueron más de una decena de minutos, porque Osasuna lució a partir de ese momento juego, intensidad e intención. El recuento habla de ocasiones firmadas por Adrián, Arnaiz, Roberto Torres, Íñigo Pérez y nuevamente Arnaiz antes de que por fin marcara de espaldas a la portería, el primero delante de los defensas. Todo el apartado de oportunidades de los rojillos aderezado por galopadas por las dos bandas, incursiones de los medios centros e interesante suministro de balones al área por parte de un equipo que también terminó físicamente mejor que su rival.

Si la ciudad confunde pero no miente con su ambiente en este julio sin fiestas, ayer no hubo confusiones ni dudas en El Sadar. Osasuna sigue por aquí.

-Ficha técnica

Osasuna: Sergio Herrera; Roncaglia (Nacho Vidal, m.67), Aridane, David García, Estupiñán; Roberto Torres (Kike Barja, m.85), Oier, Darko (Moncayola, m.85), Íñigo Pérez; Gallego, Adrián (Arnaiz, m.67).

Celta: Villar; Aidoo, Araújo, Jorge Saenz (Nolito, m.45); Hugo Mallo, Beltrán (Bradaric, m.66), Okay, Rafinha (Kevin Vázquez, m.66), Lucas Olaza (Brais Méndez, m.85); Aspas, Mina (Juan Hernández, m.72).

Goles: Santi Mina 0-1 (m. 11), Enric Gallego 1-1 (m. 24), Arnaiz, 2-1 (m. 91).

Árbitro: Valentín Pizarro Gómez (Comité madrileño), asistido por García González y Garrido Romero. El colegiado madrileño mostró amarilla Aridane y David García por parte de Osasuna y a Rafinha y Jorge Saenz por parte del Celta.

Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 36 de la Liga Santander disputado a puerta cerrada en el estadio El Sadar.