Osasuna jugó frente al Alavés el último partido de 2020 y despidió el año de su centenario con un empate amargo y en una situación clasificatoria comprometida. La imagen del estadio en el último encuentro de 2020 fue también el resumen de lo que ha sido el año futbolístico, con un estadio de El Sadar que se está remodelando y ahora afronta las últimas semanas de trabajo para su conclusión con retraso, pero sobre todo con unas gradas vacías que Osasuna, por la importancia de su público, está notando más que otros equipos. La ausencia de los aficionados, de todos modos, parece que va a seguir durante todo este campeonato.