Tranquilos que no voy a pedirles entrar en sus casas para explicarles el deuteronomio ni mucho menos. Hablo del camino que tiene que seguir Osasuna para seguir un año más en Primera. Justo eso al que ha vuelto desde hace varias semanas, aunque aún no hayan visto la luz.

Tres empates consecutivos pero sobre todo la sensación de Osasuna ha recuperado muchas cosas. Primero la esencia del Jagobismo. Así se vio en el gol de Calleri. La presión de Rubén provoca el error de William José. De primero de Jagobismo.

Lo segundo que está recuperando Osasuna son jugadores. El que llama más la atención es Nacho Vidal. El lateral derecho está alcanzando poco a poco el nivel de temporadas anteriores, al igual que Juan Cruz ayer hizo su partido más sólido en la parcela defensiva.

También es importante la entrada de aire fresco en el equipo. Eso suele venir desde jugadores que no están entrando en los planes o de la cantera. En Donosti Jagoba dio la opción a dos de ellos: Barja y Javi Martínez. Ambos cuajaron un buen partido, especialmente el joven de Ólvega, que cortocircuitó el juego por el centro de la Real Sociedad.

El planteamiento de Arrasate fue lógico. Tras jugar un partido entero con 10 como el del miércoles, no estaba Osasuna para encarar a la Real de tú a tú ni mucho menos.

Osasuna claramente ha vuelto a ese camino del que se extravió en el mes de noviembre, pero está en una situación en la que solo con eso no sirve. Necesita ganar y, visto el calendario, debe subir varios escalones de concentración para evitar lo que volvió a pasar en Donosti. Una jugada sin peligro acabó siendo el empate por falta de contundencia en el centro del campo.

Por último, otra jugada polémica acabó en contra de Osasuna. Pocos, tal vez solo David, sepa si el agarrón que sufrió fue lo suficiente como para desequilibarle. Pero ya va siendo hora que alguna jugada dudosa acabe cayendo a favor de Osasuna. Una, aunque sea por equivocación, pero es que todas no son favorables a los rojillos. Tela.