Osasuna cumplió con el trámite de la Copa, ya sabe que por lo menos tiene otro partido más en este mes de enero largo y duro en el que, además de un calendario bien poblado de partidos, se define cómo queda la primera vuelta del campeonato. El equipo de Arrasate tiene tres compromisos para intentar concluir la mitad de la Liga de la mejor manera posible.

El partido aplazado con el Granada que se recupera la próxima semana es la carta que tiene en la manga el equipo para intentar sumar puntos suplementarios con un valor incalculable en estos momentos de crisis.

Osasuna concluye la primera vuelta con tres partidos de todos modos muy exigentes. Este sábado recibirá en El Sadar al Real Madrid -si el partido se puede disputar-, indudablemente uno de los partidos con más dificultades en la competición. No es un rival asequible, con el hubo en otro tiempo una encarnizada rivalidad encendida por incidentes y futbolistas proclives a la gresca, pero ha descendido este situación de excitación. De todos modos, solo con una supermotivacion, que lleva a hacer las cosas muy bien, se puede aspirar a crear una cierta igualdad que permita soñar. La fortuna también tiene que echar una mano.

El encuentro en Granada adquiere la dimensión de que puede servir para sumar mientras otros no lo hacen. Un argumento simple, pero que en esta situación sirve de mucho. El equipo de Diego Martínez anda bien de forma, como corresponde al grupo que está metido en varias competiciones y necesita a todo el personal enchufado, pero no anda lanzado como a principios de campeonato, en la cuarta jornada que le correspondía haberse disputado el partido.

El tercer encuentro con el que Osasuna dará carpetazo a la primera vuelta es en Mestalla ante el Valencia. De forma sorprendente, el equipo de Javi Gracia anda metido muy cerca de la zona de los problemas quizás pagando el estado de crisis permanente en el que vive el equipo desde el inicio de la temporada. Con grandes jugadores en su plantilla, el Valencia es capaz de lo mejor y lo peor y, desde luego, parece que no está cómodo en el papel de grande venido a menos y juega mejor con los rivales de talla que metido en la pugna con los que se manejan en el barro.

Un entrenador veterano en Primera, ex de Osasuna, decía que la primera vuelta hay que terminarla con 22 puntos por lo menos para que luego las cuentas tengan visos de salir. Aunque lo bueno de los pronósticos es que tampoco se cumplen siempre.