Está repitiendo Osasuna el error de recibir goles en momentos críticos del partido. Todos lo son (le han marcado en 15 jornadas), pero más esos que llegan a poco de acabar un periodo o nada más reanudarse el juego. Pasó ayer cuatro minutos después del descanso, comprometiendo lo que entonces era una lujosa renta de dos goles; algo similar a lo sucedido en Elche (con 0-1) o en Anoeta (también con 0-1 de ventaja).