El exosasunista Asier Riesgo (Deba, 1983) hace bueno el lema de que los viejos rockeros nunca mueren y seguirá jugando a los 38 años. El meta guipuzcoano ve el final "cada vez más cerca", algo para lo que "está preparado". Desde la distancia ha disfrutado como un realista más del título de Copa de la Real y reconoce que en diciembre hubo una posibilidad para volver.

Zorionak, por la renovación...

Eskerrik asko. La verdad es que aquí (en Leganés) estoy muy a gusto. Seguir otro año más es importante para mí. Ya me queda poco. Intentaré disfrutarlo al máximo, competir al máximo e intentar ayudar al equipo en todo lo que pueda.

Echa la vista atrás y ¿se veía jugando con 37 años?

Cuando era muy joven, no. Pero al final nunca se sabe. Ya sabemos cómo es el fútbol. Con todos sus cambios, nunca se sabe lo que te va a deparar. Unas cosas llevan a otras y aquí seguimos, intentando aportar y disfrutar en la medida en la que se pueda.

¿Ya se le ha pasado el enfado por no haber luchado hasta el final por el ascenso?

Sí. El objetivo era subir. A nivel de puntos, creo que hemos hecho una temporada buena. Porque hemos conseguido 73 puntos y no está nada mal, pero ya sabes cómo funciona el play-off: un mal partido en la ida nos hizo mucho daño. Nos quedamos con esa pena. Esperamos que nos sirva de cara a la temporada que viene. De estas cosas también se aprenden y el objetivo no es otro que intentar estar ahí otra vez el año que viene.

La llegada de Asier Garitano supuso un punto de inflexión en su etapa en el Leganés.

Llegó Asier, pasaron unos cuantos partidos y me dio la opción de jugar en Almería. El equipo empató ese partido con uno menos. Fue un partido muy difícil contra un rival que estaba ahí arriba. A partir de entonces empecé a jugar. Ya lo dije cuando llegué, que iba a intentar ayudar en todo lo que pudiera, tanto dentro como fuera del campo.

La temporada que viene se medirá al Eibar, que, tras siete años en Primera, regresa a Segunda...

Ha sido un año difícil para ellos. La Primera siempre es muy competida. Si en un año no te salen bien las cosas, es normal que el Eibar esté peleando por evitar el descenso. No ha podido ser. Habrá un cambio de ciclo, cambio de entrenador, de director deportivo. Esperemos que hagan un buen año también. Y ojalá podamos estar los dos arriba.

¿La ilusión sigue siendo la misma o según van pasando los años se tiene que ir alimentando?

En mi caso, vas disfrutando porque vas pensando que te queda poco. Te queda poco e intentas disfrutar al máximo. Vivir muchas cosas te ayuda a seguir. La experiencia te da un plus, pero bueno... Reitero que vas disfrutando más porque sabes que te queda menos. Esto tiene una fecha de caducidad y sabes que se va a acabar. Que va a ser el año siguiente, que hubiera sido hace un año... Pero sabes que va a llegar un momento en el que se va a acabar esa etapa. A medida que te vas haciendo mayor se van retirando amigos tuyos, y casi todo el mundo me dice: Tú sigue, sigue, no lo dejes. Si cuando la gente que lo deja te dice eso, por algo será, por lo que intento disfrutarlo mucho.

¿Ya piensa en el final?

Sí, llevo años preparándome y sabiendo que si no es este año, va a ser el siguiente. Sé que va a llegar ese momento y lo tengo bastante asumido. Creo que estoy preparado, luego nunca se sabe. Todavía no me ha tocado vivirlo, pero estoy preparado y lo llevo asumiendo unos años. Al final, llegará y haremos otras cosas. El fútbol no lo es todo. Esto es una cosa muy importante de nuestra vida, pero no solo hay fútbol en esta vida.

¿Cómo se prepara uno para asumir que esto se termina?

Te vas preparando, buscando una alternativa dentro o fuera. Si puedo seguir aportando todos los conocimientos que he ido adquiriendo durante todos estos años y lo puedo hacer, ayudando a otras personas, lo haré. Si no, tengo familia. El fútbol te quita mucho tiempo. El jugador de fútbol tiene una vida un poco atípica y cuando lo deje podré hacer una vida normal, e intentaré disfrutar de otras muchas cosas.

¿Se ve dentro del fútbol una vez que cuelgue los guantes?

Me gustaría enseñar. Me gustan los niños, poder entrenarles cuando están aprendiendo, cuando son esponjas y poder alimentarles, enseñarles todo lo que pueda. Eso me gusta, pero nunca sabes y puede que las cosas se den de otra manera. Me gustaría enseñar a los niños. Eso me encanta.

Es una especie de 'último mohicano'. Ya no queda nadie de su generación...

?Es verdad. No creo que me deje a nadie, pero ya no queda nadie. Son muchos años, muchos recuerdos, muchas experiencias vividas. He disfrutado mucho, pero todavía me queda mucho por disfrutar.

¿No está cansado de tanto fútbol?

No, el fútbol no cansa. Sé que me queda muy poco y lo único que intento es disfrutar al máximo. Como eres consciente de eso, de que queda poco para que esto se acabe, pues intento disfrutar. Más que cansarme, según pasa el tiempo, trato de disfrutarlo más y más. Cuando hay momentos malos, tratas de sobreponerte, sacas lo mejor y tratas de superarte. Y es ahí cuando más aprendes.

Desde Madrid, ¿qué le parece lo que ha conseguido la Real?

Es algo increíble. El hecho de poder ganar un título es un sueño de cualquier chaval que hemos estado ahí desde los diez años. Es el sueño de cualquier realista y de cualquiera que se ha formado en Zubieta. Lo han podido hacer y es increíble. Lo que han conseguido es algo muy difícil de hacer, sin olvidar, claro está, que han estado todo el campeonato ahí arriba y que se han clasificado de una manera brillante para la Europa League. Y qué decir del nivel que están dando los de casa... Es una pasada, algo para sentirse orgulloso. Si están dando todos los que salen ese nivelazo, será porque se están haciendo muy bien las cosas. Está funcionando lo que hacen. Para mí, es muy bonito ver a la Real competir como lo está haciendo, también en Europa y si encima ganan un título, pues mejor que mejor. Son momentos que hay que disfrutarlos.

¿Cómo vio la final?

La vi con mis niños en casa. Fue una final, quizá, con poco juego o poco vistoso, pero no son partidos fáciles. Además, contra el Athletic, que tampoco está habituado a jugar muchas finales. A veces no es fácil jugar ese tipo de partidos que están tan igualados. Pero la Real estuvo mejor y fue claro vencedor.

¿Sus niños son de la Real o del Leganés?

Mis niños tienen ahí un mix que ni se aclaran. Han vivido mis etapas en Osasuna y en Eibar, que es donde más mayores han sido y más me han visto jugar. Tienen una mezcla entre Real, Eibar y Osasuna.

¿Qué se le pasó por la cabeza cuando el árbitro decretó el final del partido?

Una alegría inmensa. Repito que es algo que hemos soñado siempre todos los que hemos estado ahí desde pequeño, que lo hemos mamado de la Real. Siempre había sido un sueño ganar un título y más cuando habíamos estado tanto tiempo sin ganar. Yo, por ejemplo, lo había vivido, pero de muy, muy pequeño. Ni lo recordaba. Se veía tan difícil que conseguirlo da mucha felicidad.

¿Envidia sana?

Sí, evidentemente. Poder vivir eso es un lujo para un realista. Sentí una alegría inmensa. Es algo único.

Echa la vista atrás y ¿la carrera que ha protagonizado es la que hubiera deseado?

No lo sé. Nunca me he parado a pensar. Vas tomando decisiones según te van surgiendo y siempre he pensado que las decisiones que vas tomando en cada momento las intentas tomar de la mejor manera posible y, por ese motivo, estoy contento. Me ha dado mucha riqueza a nivel deportivo, a nivel personal, el hecho de conocer a muchos entrenadores, muchas personas, muchos jugadores. Y al final son esas experiencias las que se te van quedando. Me ha dado la posibilidad de conocer a un montón de gente, de conocer amigos y al final eso lo valoro mucho. Estoy muy contento.

¿Dentro de todas las decisiones la más dolorosa fue tener que dejar la Real?

Sí, con cierta perspectiva en el tiempo, sí. Pero en ese momento pensé que era lo mejor para mí y así tomé la decisión. No lo sé. También me dio la posibilidad de estar en Osasuna, un club único con una afición única, muy familiar. La verdad es que estoy muy satisfecho. No me arrepiento porque salí ganando de haber conocido a tanta gente y de haber vivido muchas experiencias. No me arrepiento.

¿Es cierto que en diciembre hubo posibilidad de volver a la Real?

Sí. Nos preguntaron si había alguna posibilidad, pero en el club tampoco me facilitaron las cosas y no se pudo hacer. Hubo contactos, pero se quedó en nada.

¿Le da rabia no haber podido volver a la Real?

Rabia, no. Lo digo de verdad, no siento nada de rabia. Las cosas se dan o no se dan. Es lo que te he dicho antes. Se dan otras oportunidades de conocer otros sitios, de vivir otras experiencias, de jugar en otros equipos, de vivir otras vivencias, que seguramente no las hubiera vivido si hubiera vuelto a la Real. Me quedo con eso. Aunque no haya podido volver, que hubiera sido bonito, me quedo con otras cosas bonitas que no las hubiera vivido. He conocido ciudades, compañeros, un montón de gente que se queda para siempre.