- El Chimy Ávila (6/2/1994, Rosario; Argentina) generó ayer una importante polémica en el osasunismo al subir a las redes sociales una fotografía con una camiseta del líder ultraderechista Santiago Abascal. Tras el eco que tuvo la imagen, el delantero argentino la retiró a los pocos minutos de Instragram y pidió disculpas.

La camiseta de la discordia contenía la imagen del líder de Vox y una frase que rezaba: “El miedo es una reacción. El valor, una decisión”. La fotografía la compartió a través de Instagram al mediodía y la retiró minutos más tarde tras comprobar el revuelo provocado. Además, subió otra imagen mucho más amable celebrando un gol en El Sadar y con el lema: “Extrañando a todos ustedes. Pronto disfrutaremos juntos de muchas cosas bonitas”.

El futbolista argentino pidió perdón y explicó que la prenda fue un regalo del que ignoraba su significado político. El Chimy destacó que se identificaba con la frase que ilustra la camiseta y que por eso la llevaba puesta.

El debate en las redes estaba servido. Los seguidores rojillos se dividieron entre quienes pedían la cabeza el carismático jugador y quienes lo defendían, argumentado que podía ignorar quién era el protagonista de la imagen de la camiseta. A muchos aficionados les resultaba incomprensible que un jugador extranjero y de clase social humilde pudiera mostrar de esta forma su respaldo a una formación racista y xenófoba como es Vox.

El desempeño del delantero argentino sobre el terreno de juego siempre ha sido intachable, pero ha generado más dudas entre la afición rojilla su comportamiento fuera del campo. Su gestión de la comunicación tanto en las entrevistas como en sus redes sociales ha sido sin duda un aspecto a mejorar. Ahora, ha sido una foto publicada en Instagram la que ha generado la polémica.

Y no es la primera ocasión en la que la política se interpone en la relación de un deportista con su hinchada. En el mundo del fútbol, Roman Zozulya es uno de los último caso. El delantero ucraniano fue expulsado del Rayo Vallecano por unas fotografías con simbología nazi. Pero hay otros antecedentes. Siete jugadores del SC 1920 Myhl de la segunda división alemana fueron expulsados del equipo por hacer el saludo nazi. En 2013, el jugador del AEK de Atenas Giorgios Katidis fue apartado de la selección griega por el mismo motivo.

En Pamplona, también es destacable el caso del torero Juan José Padilla, que dejó de ser aclamado en Sanfermines tras ondear una bandera franquista en un ruedo.

En el caso del Chimy Ávila, habrá que esperar para ver si la afición rojilla ha sabido perdonar al delantero argentino tras esta polémica y vuelven a retumbar en El Sadar los gritos de ¡Chimy, Chimy!, ¡Chimy, Chimy! en cada carrera para presionar, en cada salto imposible, en cada golpeo certero y, por supuesto, en cada uno de sus goles.