En un párrafo

oco antes de los triunfos a la búlgara de la junta directiva en la Asamblea (un 92,4% y un 98,5% a favor no es algo que se vea todos los días), el presidente Luis Sabalza nos abría su corazón al argumentar a favor de elegir a los socios compromisarios por sorteo: "Ya hemos tenido aquí una experiencia en la cual si uno se organiza puede obtener los puestos de la Asamblea". Lo divertido es que se refería a lo que su propia junta directiva ha hecho con la Asamblea de Osasuna, organizarse para coparla y, acto seguido, ir presentándole decisiones de tanto calado como hipotecar el club a 50 años o cambiar los estatutos para perpetuarse. ¿Ataque de sinceridad? ¿Humor futbolero? Difícil saberlo, porque este club avanza a la carrera hacia una opacidad casi psicótica. En todo caso, ahí queda la curiosidad de que la junta directiva y Sabalza aprueben cambios en los estatutos para evitar que haya desaprensivos que hagan las cosas que han hecho ellos.