En un párrafo

lamennos aguafiestas, si quieren, pero eso de que Sanidad y el Consejo Interterritorial hayan decidido que la pandemia ha acabado y que se puede ir a El Sadar al 100% del aforo -es decir, sin distancias de seguridad- nos da bastante mal rollo. Sí, vale, tenemos la suerte de vivir en una sociedad en la que los magufos antivacunas son una exigua minoría, pero ya nos han dicho los científicos que la vacuna no quita el riesgo de contagio, sino gravedad en la enfermedad al que se contagie, que no es lo mismo. En todo caso, habrá que confiar en que la decisión se ha tomado con criterios científicos y no por la presión de clubes y aficionados (ni, mucho menos, en plan experimento general con los hinchas del fútbol como conejillos de indias). Y habrá que esperar también que alguien estará muy atento a la incidencia, por si en vez de cantar victoria hay que volver a las restricciones. Y habrá que cruzar los dedos.