En un párrafo

i tras la derrota ante el Betis intentábamos levantar el ánimo, quizás ahora, con el equipo a 3 puntos del liderato, en plaza de Liga Europa y con el descenso a un mundo, sea la ocasión para recordar al tipo que sostenía el laurel sobre las cabezas de los emperadores y generales romanos y les susurraba: “Memento mori” (Recuerda que eres mortal). Más que nada, porque en el horizonte cercano están Villarreal, Real Madrid y Sevilla, y una cosa es que Osasuna afronte esos duelos con ilusión y ambición y otra muy distinta que vaya a ellos como si fuera Obélix. Que no lo es. Bien está sacar pecho con lo logrado -el tercio del objetivo de los 42 puntos en apenas 8 jornadas (y Athletic y Barça por debajo, que da mucho juego con colegas y compañeros de curro)-, pero sin dejar de recordar que es Osasuna, que solo con humildad rasca algo, porque cuando se cree que es otra cosa le quitan el laurel y lo usan para cocerlo como si fuera un centollo.