- El avance de la alineación de Osasuna daba a entender -por la presencia de Juan Cruz y Manu Sánchez- que Arrasate dispondría una defensa con tres centrales y dos carrileros. Cuando el balón comenzó a rodar, la disposición dibujó un 4-4-2 que por momentos mudaba a un 4-2-3-1. Pero tan importante como la colocación (o más) fue la energía que Osasuna le metió al partido corriendo y presionando por todo el campo.