Osasuna cumplió, porque pasó a la siguiente ronda, pero sufrió lo indecible frente al Deportivo, un equipo de Primera RFEF -equiparable a la desaparecida Segunda B-, y el billete para continuar en la Copa fue sinónimo de apuros. La diferencia de categoría no sirve de salvoconducto en este torneo para ir superando rivales, pero es precisamente la distancia en el escalafón futbolístico la que debería dotar de más argumentos a unos que a otros.

El empeño, virtud que no tiene que ver con la calidad, fue precisamente el argumento principal de Osasuna para remontar un partido que se le puso muy feo. Fue el tesón que expone a cada pugna y a cada duelo Kike García el punto de apoyo sobre el que giró el equipo de Arrasate para darle la vuelta al marcador. El ariete procedente del Eibar marcó en el tiempo de descuento del primer tiempo para agitar la reacción en el cuerpo de su equipo y también fue quien, mediada la segunda mitad, buscó la portería contraria con la suficiente picardía como para que el portero dejara un balón franco a Budimir, el otro goleador de la noche.

Consumada la voltereta, de todos modos, no vivió Osasuna un partido relajado. Los rojillos se mostraron demasiado nerviosos frente a un Deportivo que, curiosamente, había gastado todo su arsenal de ocasiones en los minutos anteriores.

Arrasate no se guardó casi nada para este partido porque armó su equipo con un apreciable y cualificado puñado de titulares. Comenzando por el portero, Sergio Herrera, siguiendo por su central estelar, David García, y rematando la alineación con dos delanteros grandes y de primer orden, Kike García y Budimir. Con semejante aparato, no era imaginable semejante primer tiempo infernal. El Deportivo no notó la picadura de un Osasuna inofensivo y, en cambio, se fabricó un golazo en un lanzamiento de falta imparable. Hasta que Kike García marcó en el tiempo de descuento aprovechando un lanzamiento de córner de Robreto Torres, los rojillos se habían mostrado como unos correctos invitados, sin nada que temer de ellos. Ni el deseo de ser protagonista de Ontiveros le salvó a él y al equipo de una primer mitad horrenda.

En la segunda, hubo un chispazo a cargo de Javi Martínez, a los tres minutos de la reanudación, que le pegó un buen susto al portero, pero las ocasiones fueron para los gallegos con tres apariciones en las proximidades del área de Osasuna que estuvieron cerca del gol. Cuando el partido caminaba por el alambre, el oportunismo de Budimir lo decidió, aunque el fuego de la incertidumbre no dejó de arder hasta el final. .- Ficha técnica:

1 - Deportivo: Mackay; Trilli (Quiles, m.83), Trigueros (Lapeña, m.70), Granero, Aguirre; Villares (Víctor García, m.58), Calavera, De Vicente; Doncel (Miku, m.83), Noel y Soriano (William, m.70).

2 - Osasuna: Herrera; Ramalho (Nacho Vidal, m.76), Oier, David García, Cote; Roberto Torres (Brasanac, m.68), Javi Martínez, Íñigo Pérez (Juan Cruz, m.68), Ontiveros (Kike Barja, m.68); Budimir (Róbert Ibáñez, m.83) y Kike García.

Goles: 1-0, M.23: Doncel. 1-1, M.45+3: Kike García. 1-2, M.64: Budimir.

Árbitro: Cordero Vega, del Comité Cántabro. Mostró amarilla a David García (m.29), del Atlético Osasuna; y al entrenador del Deportivo, Borja Jiménez (m.70), y el central Borja Granero (m.88).

Incidencias: Partido de la segunda eliminatoria de la Copa del Rey disputado en el Estadio Abanca-Riazor, ante 9.729 aficionados.