La victoria que el pasado sábado consiguió Osasuna contra el Villarreal en El Sadar (1-0) le sirve al conjunto navarro para dar otro paso más hacia el sello de la que va a ser su tercera permanencia consecutiva en la máxima categoría, ya que el equipo de Jagoba Arrasate ocupa la undécima plaza de la clasificación de Primera División con 35 puntos en su casillero y una ventaja de 11 con respecto a la zona de descenso.

La distancia de Osasuna con las tres últimas posiciones se mantiene merced al triunfo de los rojillos, ya que el Cádiz, el equipo que ahora mismo marca el descenso, también ganó (2-0 al Rayo Vallecano), pero lo positivo para el cuadro navarro es que resta una jornada menos (11) para la conclusión del campeonato. Osasuna, que tiene la permanencia matemática a tiro de piedra -Arrasate ya la catalogó de virtual tras la goleada en Vallecas (0-3)-, puede permitirse el lujo de pensar en otros objetivos, como quedar lo más arriba posible, ya que lo de alcanzar posiciones europeas se antoja algo más complicado, porque la séptima plaza del Villarreal -dará acceso a la Conference League en el supuesto de que el Betis gane la Copa y acabe entre los cuatro primeros de la Liga- la tiene a siete puntos.

En cualquier caso, los rojillos acumulan unas cifras más que aceptables, sobre todo después de ese tramo de temporada entre tinieblas en el que estuvieron diez jornadas consecutivas sin conocer la victoria, y además comienzan a mejorar sus números como locales, pues el triunfo del sábado contra el Villarreal se convirtió en el tercero del curso en El Sadar, donde antes solo habían doblado la rodilla el Rayo Vallecano (1-0) y el Cádiz (2-0). Si Osasuna continúa enriqueciendo sus hasta ahora discretos números en casa y mantiene su excelso nivel a domicilio (6 victorias y 2 empates en 13 desplazamientos), todo es posible para un equipo que ya casi ha alcanzado su objetivo.