La plantilla de Osasuna ha retomado está mañana los entrenamientos en Tajonar tras el descanso del martes. El objetivo es el partido del sábado ante el Levante donde los valencianos se juegan puntos vitales para su pelea por la permanencia, y los rojillos ratificar la salvación y ponerse a mirar objetivos clasificatorios más altos y todavía más cómodos.

Rubén García y Kike Barja han sido las novedades de la sesión ya que no han completado el entrenamiento con el grupo. El primero se ha limitado a realizar en los campos de hierba unas carreras por su cuenta y el segundo, que ha participado en los ejercicios iniciales, se ha ausentado del partidillo final. Barja se ha retirado entonces a otro de los campos para trabajar junto a uno de los readaptadores.

Chimy, el recién renovado jugador, ha participado con normalidad junto con el resto de sus compañeros y esta tarde ofrecerá una conferencia de prensa para tratar de su ampliación de contrato.

A la espera de que vayan tomando forma los planes del entrenador, para el sábado es baja confirmada Unai García, por acumulación de amonestaciones, aunque su ausencia no tiene una repercusión en el once ante la titularidad indiscutida de David García y Juan Cruz.

Tras el nada exitoso paso por el Nou Camp (4-0), con imagen excesivamente pobre y confortable actuación para el rival, Arrasate introducirá cambios seguros en la alineación que probablemente vaya más allá del retorno del Chimy al equipo.

Osasuna lleva solo tres victorias como local está temporada y mantiene una deuda con sus aficionados en El Sadar.