- El Chimy Ávila y Ante Budimir protagonizaron un delirante e intrigante episodio antes del lanzamiento del penalti con el que Osasuna se adelantó ayer en el marcador. La secuencia completa comenzó con un derribo de Diego González a Budimir, que, en cuanto se percató de que el colegiado había señalado el punto de penalti, agarró el balón con decisión con la clara intención de ejecutarlo. Fue el momento en el que el Chimy Ávila, el lanzador de la anterior pena máxima de la que dispuso Osasuna (supuso el 0-1 en Mestalla, donde los rojillos ganaron 1-2), apareció en escena para reclamar su cuota de protagonismo o jugar al despiste con el portero rival. Y es que el argentino le arrebató el balón al croata y, cuando ya lo había colocado en el punto de penalti y se disponía a lanzar, atendió a las palabras que le dedicó Moncayola y cedió el disparo a Budimir, que hizo el 0-1 marcando por sexta jornada consecutiva. Ambos celebraron el tanto con total normalidad junto al resto de sus compañeros, sin aparentes rencillas, y el croata no ofreció demasiada luz a lo sucedido en sus declaraciones a Movistar LaLiga: "No hay polémica, no ha pasado nada. Quizás el Chimy cogió el balón para engañar al portero". ¿Polémica o estrategia?