La marcha de Oier al final de la temporada es la primera baja declarada que se produce en Osasuna para la próxima campaña, aunque hay varios jugadores que terminan contrato que se encuentran en una situación idéntica y que a la conclusión del campenato se dará carácter oficial a su marcha.

SABER MÁS El futuro de Oier, lejos de LaLiga

La salida de Oier afecta al número de integrantes de la plantilla en el centro del campo y ya hay tomadas decisiones al respecto. Los técnicos deberán decidir sobre el futuro de los centrocampistas de Osasuna Promesas Pablo Ibáñez y Aimar Oroz para su incorporación al primer equipo. Ambos están teniendo protagonismo destacado en la campaña del filial, que está a un paso de lograr el ascenso a Primera RFEF -en el partido del domingo ante el Izarra se decide el final feliz-, y los responsables de la primera plantilla miran a los dos futbolistas para protagonizar un relevo tras la marcha de Oier.

Además de estas incorporaciones desde el filial, la planificación del club contempla por el momento solo la contratación de un hombre para el centro del campo. Osasuna busca un fubolista con características ofensivo, que ofrezca un perfil distinto a lo que hay en estos momentos en el primer equipo. Evidentemente, en ese nuevo tipo que se persigue, su capacidad para el gol o habilidad en las aportaciones en los últimos metros -como integrante de la segunda línea de ataque- tiene su importancia.

Osasuna solo busca un fichaje de fuera como refuerzo del centro del campo, pero ello depende de que no haya más movimientos en esa demarcación. En esta ecuación de pretensiones y futbolistas se encuentra Lucas Torró. El medio centro está negociando con el club la ampliación de su contrato, pero también se asume que es un hombre cotizado y con nombre en el mercado que puede ser tentado por algún equipo de la zona alta en función de cómo concluyan sus objetivos al final de la Liga. A Lucas Torró le han colocado preferentenente en la órbita del Sevilla. Osasuna quiere que se quede y siempre ha existido buena sintonía con él. Torró tiene contrato con el club hasta 2024 y una cláusula de rescisión de diez millones de euros, aunque el Eintracht de Frankfurt, equipo del que llegó a Osasuna, tiene un 30% de lo que se dé en posible venta.

Osasuna quiere cerrar la negociación con Torró en cuanto termine la temporada pero, en el caso de que se marche, queda claro que el perfil del mediocentro ancla será otro de los que busquen los técnicos para el próximo curso.