En el deporte, como en la vida, la gestión de las expectativas es tan importante como el realismo a la hora de decidirlas. Eso es algo que en los despachos de Osasuna, especialmente en los más altos, a veces parece que se pierden cuando les tocan los discursos públicos. Luego toca corregir y no pasa nada, pero no estaría demás que hubiese un poco más de tranquilidad en los momentos de más euforia.

Y esto viene ya que Osasuna ha vivido este domingo una jornada histórica. Por un lado con el ascenso del Promesas y por el otro con la importante victoria del femenino en un Sadar con casi 9.000 personas. Un día pleno de éxito pero que deja dudas.

En el caso del Promesas, la habitual pregunta: ¿cuál es el objetivo real de un filial? Esta misma semana veíamos como Imanol, entrenador de la Real Sociedad, comentaba que no veía a sus canteranos como para aportar al primer equipo. Están en Segunda división. ¿Es mejor eso que un filial en Tercera que consigue plantar cinco o seis chavales en el primer equipo como aquel de Osasuna de Merino y compañía? Es una duda que no se ha resuelto a día de hoy pero que es importante. Si "los que tengan que llegar, llegarán", la categoría dará bastante igual, cómo demostró Imanol hace unos días. En cambio si lo que importa es formarles para llegar, sí que parece que cuanto más arriba, mejor. Pero claro, luego habrá que ponerlos, sino la categoría y demás será humo.

Y por otro lado está el Femenino. Osasuna está a puntito de lograr un hecho histórico como es el de ascender a Liga Iberdrola y poder codearse con las mejores jugadoras, en muchos casos, del continente. Eso provocará que el club deba de hacer una apuesta real para que el equipo sea competitivo. Y eso pasa por muchos detalles, no solo el de hacer a las jugadoras profesionales, que eso están obligados.

Uno, y creo que de bastante importancia, es el campo de juego. En Tajonar no existe uno acorde para un equipo de tal calibre. Parece que con parte del dinero de CVC se quiere construir, pero de momento no está hecho y la solución tiene que estar para dentro de un par de meses. Así que no quedan muchas más, si Osasuna quiere y dice apostar por el femenino y las chicas culminan el ascenso solo queda una opción: que jueguen en El Sadar toda la temporada. Ojalá se cumpla.