El Girondins de Burdeos, equipo histórico francés, vive una situación económica límite que ha provocado su descenso provisional a Tercera División, quince temporadas después de verse las caras en Europa contra Osasuna, en la eliminatoria correspondiente a los dieciseisavos de final de la UEFA (la actual Europa League) que se decidió en favor de los rojillos gracias a un testarazo del iraní Javad Nekounam cuando la prórroga agonizaba y los entrenadores ya preparaban la lista de los lanzadores de penaltis.

Fundado en 1881 como un club polideportivo, el Girondins es uno de los clubes más exitosos de la historia del fútbol francés al haber ganado seis títulos de la Ligue 1, la competición doméstica, cuatro trofeos de la Copa de Francia, tres Copas de la Liga y cinco Supercopas de Francia. El club tiene el honor, además, de ser por el momento el que más finales ha disputado de la Copa de la Liga, después de haber disputado seis de las 16 finales celebradas.

Sin embargo, y acostumbrado a principio de década de competir en Europa, lo cierto es que desde hace cuatro temporadas el Girondins de Burdeos se ha desplomado de los puestos de privilegio de la liga, optando, como máximo, a alcanzar la decimosegunda posición de los cursos 19/20 y 20/21. La situación deportiva no mostraba grandes síntomas de preocupación hasta que la pandemia mermó considerablemente la economía del club francés.

Ya es por todos conocidos que uno de los deportes más castigados por la irrupción de la Covid 19 ha sido el fútbol, que sin aficionados en los estadios y víctima de la crisis mundial, ha recibido un golpe inesperado. Paralelamente, la sombra de la creación de la Superliga, que se vio detenida por a UEFA y la FIFA, con el apoyo de numerosos agentes políticos, institucionales y deportivos, cuenta con la paradoja de que la realidad defendida por la Superliga y por todos sus clubes fundadores es la que están padeciendo muchos equipos en el mundo y que ha tenido su mayor expresión, como desveló El Español, precisamente en el Girondins de Burdeos, la primera gran víctima del fútbol sin ingresos, sumergido en una gran crisis económica.

La crisis ha sido tal que después de 30 campañas en la élite, el equipo ha consumado el descenso a Ligue 2, la segunda división del país, al quedar colista y sumar 31 puntos en 38 jornadas. Sin embargo, este martes la Liga de Fútbol Profesional (LFP) comunicó que la Dirección Nacional de Control de Gestión determinó la rebaja del club hacia el Campeonato Nacional 1, la próxima campaña, a raíz de una deuda de 40 millones de euros con sus acreedores. Es esa deuda por la que no ha pasado el filtro y el club, que tiene una semana para intentar revertir la situación, ha anunciado que apelará. Las plusvalías por ventas de exjugadores suyos como Tchouameni y Koundé podrían darle algo de oxígeno. Por el primero, oficializada su llegada al Real Madrid procedente del Monaco, el Girondins va a recibir 11 millones de euros.