El juego de cabeza de Osasuna pone en guardia a los rivales: tienen motivo para estar alerta. Aunque ayer esa capacidad no resultó tan demoledora. Hubo dos intervenciones que debieron cambiar el desenlace del partido; en la primera, sin nadie que le obstaculizara, Nacho Vidal cabeceó el balón e hizo lo difícil: enviarlo por encima del larguero; en la segunda, Unai García se encontró la pelota solo para el y picó con la testa, mandándola a un palmo del poste.

4 goles recibidos por Osasuna del minuto 30 al 45

Hasta ahora es la fase del partido en el que más vulnerable se ha mostrado el equipo de Arrasate. En la franja que va del minuto 30 al 45 de la primera parte los rojos han recibido cuatro goles de los once que tienen en contra. Tres de ellos han llegado después del minuto 40: Real Madrid, Villarreal y ayer en Girona.