Diego Moreno (Cintruénigo, 21 años) no oculta que necesita tiempo para ir ordenando lo que le está pasando durante los últimos días, el salto al fútbol profesional con Osasuna, en el que se circula a toda pastilla, sin tiempo casi para pensar y solo espacio para actuar. Pero las sensaciones de un rojillo de educación y trayectoria no tiene dudas en afirmar que son inolvidables. El futbolista navarro destila ilusión y emoción. No hay mejor tarjeta de presentación.

–¿Cómo está viviendo estos días en el primer equipo?

–La verdad que ha sido una semana muy movida. Estoy muy contento, ¡Cómo para no estarlo! Todavía sigo sin asimilar el haber debutado con el primer equipo en Primera División, pero estoy tremendamente contento. Mi familia también está muy emocionada.

–Lo primero que hizo fue mandar una mensaje de gratitud a su familia en las redes sociales.

–Sí, porque mis padres se han comido muchos viajes de muchas horas para verme jugar y son los que siempre me han apoyado en esto del fútbol. Lo he conseguido yo, pero al final me han apoyado desde el primer momento y por eso lo expresé. Estoy muy contento por ellos también.

–Habla de su familia y de su importancia para usted, pero la experiencia del debut es intransferible. 

–Fue un día que no olvidaré en mi vida. Debutar en Primera es algo muy difícil y hacerlo en San Mamés, que es un campo tremendo, y además puntuar con el empate a cero… Estoy muy contento, me quedo sin palabras, no lo he asimilado aún. Yo soy de Cintruénigo, jugué un año en el benjamín del Cirbonero y de ahí me fichó Osasuna. Llegué con nueve años, llevo doce en Osasuna. He pasado por todas las categorías de Osasuna y fíjate lo que es debutar en Primera con mi camiseta, la que considero mi camiseta. Es increíble.

–¿Cuándo supo que iba a jugar?

–Lo dijo el entrenador el día del partido, pero en el último entrenamiento que hicimos, me lo pude imaginar. Sí que es verdad que no estuve nervioso en ningún momento del día, pero cuando llegamos al campo, me empezaron a temblar las piernas. Luego, ya en el partido con el paso de los minutos, ya me encontré más tranquilo.

–¿Qué le pidió el entrenador?

–Sobre todo que no me complicase la vida, especialmente en los primeros minutos. Sabemos que el Athletic aprieta mucho, que hiciese lo que hago en el Promesas. Sí que es verdad que soy un jugador que me gusta atacar mucho, pero por las circunstancias del partido no lo hice. Pienso que en el aspecto defensivo estuve bien.

–Todos los partidos en Primera son exigentes, pero ¿es consciente de que el debut que le tocó fue muy complicado frente a un rival que mantiene un tono altísimo en ataque?

–El Athletic en San Mamés aprieta mucho. Me tocó bailar con los Williams, que son muy rápidos, muy verticales, pero creo que estuvimos bien en líneas generales. Hay que rozar la perfección para puntuar en San Mamés, como dijo el míster y los compañeros, y creo que lo hicimos.

–Le aguantó alguna carrera a Iñaki Williams…

–Me sorprendió hasta a mí (ríe). Tenemos los datos de velocidad y con el Promesas no había alcanzado esa velocidad en todo el año y en San Mamés lo hice. Estoy sorprendido yo también.

–¿Cómo se sintió en el partido?

–Yo creo que fui de menos a más. En los primeros minutos estuve un poco nervioso, un poco precipitado con balón, además tuve un resbalón. Creo que conforme pasaron los minutos me sentí más cómodo, hablando con los compañeros y terminé contento. La primera parte dominaron, tuvo una ocasión clara Guruzeta. Ellos tuvieron también alguna en el segundo tiempo, aunque creo que mejoramos defensivamente y la oportunidad más clara fue para nosotros al final del partido. 

–¿Qué tal va su integración en el primer equipo?

–Muy bien, todo es más serio. También es normal porque en el Promesas somos gente más joven. Estoy muy cómodo con ellos. David es quien más me ha ayudado a la hora de darme consejos y de ayudarme en el tema de cómo trabaja defensivamente, pero tengo que dar gracias a todos porque todos me han ayudado mucho estos días. 

–¿Cómo se define como jugador?

–Me considero un lateral ofensivo. Antes jugaba de extremo y mi gran caballo de batalla era el tema defensivo, pero creo que ahora he mejorado mucho. Me gusta mucho atacar, soy un lateral de recorrido y rápido. Si tengo la oportunidad de meter gol, voy a por ello. En Osasuna he jugado en todas las posiciones, de extremo, delantero, medio y me he quedado de lateral. Hubo lesiones en Liga Nacional y me quedé en ese puesto.

–Es el perfil del lateral moderno, extremos reconvertidos en laterales.

–Sí. Ahora todos los laterales han sido extremos antes y eso ayuda mucho a la hora de utilizar los conceptos que te han enseñado de antes. Sabes cómo hacer el recorrido en el ataque.

–¿Qué le está pidiendo en los entrenamientos el técnico?

–Me insiste en lo que me dijo en San Mamés, que haga como en el Promesas, que esté tranquilo, que no tenga miedo a tener el balón y ya está. Tampoco hay que volverse loco, pensar que es un encuentro más de Primera y hacerlo bien.

–¿Es pronto para hablar de sus objetivos a medio o largo plazo?

–Si te digo la verdad, ni me lo planteo. Tener tranquilidad, el sábado tenemos un partido importante frente a un rival difícil como el Mallorca que está haciendo bien las cosas fuera de casa. Pero como objetivos, ninguno: asimilar lo que hecho y pensar a partir de mañana en el Mallorca.

–¿Cree que puede asentarse en el primer equipo o puede retornar al Promesas?

–No me han dicho nada. Voy día a día. Entrenar mañana, intentar jugar el domingo y hacer las cosas bien. Claro que me quiero quedar en el primer equipo, pero eso depende de lo que dé en el verde. Solo pienso en hacerlo bien, sin objetivos a largo plazo.

–¿Está para jugar el sábado?

–Sí, por supuesto. Si hay que jugar cojo, se juega (se ríe).

–¿Qué partido espera ante el Mallorca?

–Es un encuentro duro, como todos los de Primera. Pensamos que en El Sadar podemos dar más, jugar mejor, debemos apretar. Sabemos que la afición va a estar con nosotros porque tiene muchas ganas de que juegue Osasuna, y creo que es un punto a favor nuestra.

–Lo acaba de decir, le llega la opción de debutar en El Sadar.

–Ahora mismo no pienso, porque no sé nada. Ojalá se dé. Si llega el momento, estaré nervioso, pero si te digo la verdad: debutar en San Mamés me gustó, pero debutar en El Sadar es otra cosa, sería increíble.