El capítulo final del caso Osasuna en el Tribunal Supremo (TS) no encaminó una senda muy distinta a la que se había silueteado durante todo este procedimiento desde que allá por febrero de 2015 Ángel Vizcay confesara la traviata en la Liga de Fútbol Profesional y, luego, ante el juez instructor de la causa. De esta forma, el mediático asunto de la corrupción deportiva concentró todas las miradas a efectos públicos y de los aficionados, pero la amenaza de las altas penas de prisión que atormentaba a los exdirigentes rojillos atendían a otras líneas de la sentencia. En concreto, a las que hablan de que en el club se produjo un saqueo y un expolio de sus arcas durante los mandatos de la junta de Archanco, en las temporadas 2012-13 y 2013-14. Tal vaciamiento que se produjo de las cuentas y de la caja del club fue el motivo por el que Osasuna presentó una denuncia para iniciar el proceso que ahora acaba. Y, así, el hecho de existan 2,3 millones de euros que salieron del club sin que se conozca su destino, o como dice el Supremo, en cualquier caso, para “fines ilícitos y extradeportivos” motiva el hecho de que Archanco, Vizcay, Peralta y Bandrés sufran penas de prisión tan altas, que seguramente conllevará pronto su encarcelamiento.

Este expolio se corresponde con el delito de apropiación indebida agravada con el que ya se condenó a los exdirectivos en la Audiencia navarra y que ahora el Supremo ha mantenido tal cual. Ello supone penas de prisión para ellos de entre 3,5 años hasta 4 años y 3 meses. Este era el verdadero filo de la navaja al que se enfrentaban. Y que el Alto Tribunal estima que existen indicios acreditados para demostrar que se produjo esa apropiación de dinero de la entidad rojilla, sin que se conozca el destino, ni que se hayan reintegrado las cantidades. En el repaso que realiza la sentencia del Supremo al caso, recuerda que en la temporada 2012-13 se firmó por parte de unos inmobiliarios amigos de Txuma Peralta un falso recibí por el que se les entregaba 900.000 euros a costa de un trabajo en el estadio que nunca habían hecho. Era la manera de ocultar la salida de ese dinero de la caja. Se les pagó 30.000 euros para que firmaran aquello. Luego, en la 2013-14, la sociedad portuguesa Flefield fue la destinataria de 1,4 millones de euros descubiertos en la auditoría que iban para labores de scouting. De esa manera se trataba igualmente de buscar una ficción que ocultara el paradero de esa millonada. Además, Vizcay sacó del club 600.000 euros para devolverle un préstamo que hizo el cuñado del exdirectivo Purroy para supuestos pagos del club. ¿Qué pagos? Nadie lo sabe. Ni Vizcay, que tendrá que hacerse cargo de esta cantidad en su responsabilidad civil.

INGRESO EN PRISIÓN

En menos de un mes se resuelve

Destacado. A falta de alguna aclaración de la sentencia del Supremo, la misma se espera que llegue la semana próxima a la Sección Segunda de la Audiencia navarra, que será la encargada de ejecutarla y, por tanto, de decretar el ingreso en prisión de los acusados. Por lo general, concede 15 días a los encausados para que ingresen voluntariamente en la cárcel. Durante ese tiempo, los condenados podrán presentar un recurso al Constitucional o un indulto para dilatar o suspender el encarcelamiento, pero ambas solicitudes tienen opciones remotas de conseguir su propósito.